Restricciones en La Habana pueden ser un polvorín (VIDEO)

Una calle de La Habana durante la pandemia. REUTERS/Alexandre Meneghini

Este martes comenzarán a aplicarse en La Habana nuevas medidas, en vigor hasta el 15 de septiembre, con el fin de contener la transmisión del nuevo coronavirus y alcanzar la estabilidad epidemiológica en este territorio.

Los habaneros tendrán que comprar los suministros dentro de tiendas habilitadas en cada uno de sus municipios de residencia y en horarios limitados. También quedará restringido el transporte entre la urbe y otras provincias, y después de la siete de la noche y hasta las cinco de la mañana se prohíbe la circulación de personas en la calle, además se incrementaran la presencia de policías e inspectores para garantizar el cumplimiento de los establecido.

El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, utilizó su cuenta en la red social de Twitter, para reclamar menos movilidad y más aislamiento para lograr disminuir la propagación del coronavirus, pero los cubanos muy molestos le respondieron con críticas a su gestión y al irremediable desabastecimiento en los mercados.

Las duras medidas establecidas, si no están acompañadas de un estable suministro de alimentos, se podrían convertir en una motivación para el persistente malestar social, dijeron a Radio Televisión Martí expertos y residentes de la capital.

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Reportaje de Tomás Cardoso

"Las fuertes disposiciones provocarán más falta de productos en los mercados porque estará incluso cerrado el transporte, y las personas en Cuba, desde que llegó la pandemia están aglomerados en las calles en busca de un litro de aceite, pollo y champú", dijo Elías Amor Bravo, profesor de Economía de la Universidad de Valencia.

“Si el gobierno no reparte mercancías y los productos básicos no llegan a las tiendas, la gente hace colas kilométricas para poder llevar el producto día a día, aumentan las protestas de la población que está harta de aguantar esas colas, lo que va a ocurrir es que esto puede ser un polvorín”, concluyó el académico.

Mientras que Pedro Acosta, de la paladar Doña Ceci, en el Casino Deportivo en el Cerro, comenta que la decisión que únicamente se puede comprar el bodegas del municipio es un error.

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“Hay una gran parte de los municipios alejados del Casco Histórico, que solamente tienen una tienda o dos, es una locura esto, nunca se han atrevido a decir quién es el culpable de esto. Son las colas, y quién provoca las colas es el Estado. De eso no se habla. El desabastecimiento es total, donde único usted puede comprar algo es en las tiendas en dólares y eso es una larga cola", apuntó Acosta.

Desde Arroyo Naranjo, el periodista independiente Vladimir Turró expresa desconfianza en que el cierre total evite que las personas sigan en la calle.

“No son todas las tiendas de los municipios las que están surtidas de productos y precisamente lo que se va a crear es mucho más desorden, más colas y mucho más problemas de los que ya existen“, señaló Turró.

"Las próximas semanas serán muy difíciles, el gobierno no está dispuesto a liberar las fuerzas productivas para salir de la crisis, hay preocupación por un posible costo social", alertó desde La Habana el Máster en Ciencias Sociales Ángel Marcelo Rodríguez Pita.

"Eso es lo que puede ocurrir, algún malestar social que active a la ciudadanía y creo que el gobierno está preocupado con esto, como la sociedad, hay que decirlo así", afirmó el ex profesor universitario.

En reunión celebrada este fin de semana con el grupo temporal de trabajo, se determinó facultar al gobernador de la provincia Reinaldo García Zapata de un instrumento legal que permita aplicar multas severas con altas cuantías en diversos casos de indisciplina social.

Este domingo en redes sociales, el youtuber Paparazzi Cubano, informó que ya las fuerzas de orden en la capital comenzaron a multar a los ciudadanos que incumplen lo establecido, y emitió una directa donde se podía ver a los agentes policiales multando a familiares de niños que estaba jugando en una calle de Centro Habana.