Represión contra descontrol de precios en Cuba: la jugada de nunca acabar

Cubanos en busca de productos básicos. (AP Photo/Ramón Espinosa).

La prensa oficial cubana alardea de la contienda que han emprendido las autoridades contra el sector privado para controlar los precios. Se han adoptado, por este concepto, 600 retiros de licencia y unos 750 decomisos en lo que va de año.

“El Gobierno intenta castigar a los emprendedores que suben los precios pero no toma en cuenta lo que está ocurriendo, realmente, dentro del mercado: en la medida que el gobierno controla, aún más, la circulación de dólares americanos y euros, crece la demanda porque tanto los trabajadores por cuenta propia como el resto de la población, tienen que comprar con tarjetas magnéticas en MLC [Moneda Libremente Convertible] para acceder a ese mercado minorista que tiene sus lazos, indudablemente, con el mercado informal”, dijo el experto en emprendimiento Angel Marcel Rodríguez Pita, quien ejerce el cuentrapropismo con una licencia de “tenedor de libros”.

Un 65% de los incumplimientos está enmarcado en mercados agropecuarios y en la comercialización de diferentes productos de esa naturaleza, así como en servicios gastronómicos.

En este sentido Rodríguez Pita argumentó que “los trabajadores por cuenta propia necesitan de materias primas e insumos que tienen que adquirir en MLC. Por ejemplo, la harina podía costar anteriormente 20 pesos la libra y ahora mismo, puede estar sobre los 40 pesos. Entonces el privado tiene que comprar la harina a ese precio y luego tendrá que vender la pizza sobre los 60 pesos, porque hay que agregarle al costo inicial, los gastos de otros insumos, mano de obra, de luz, telefonía, gestión de venta, etc”, apuntó el emprendedor y agregó:

“Esto incide no solo en el trabajo por cuentapropia, incide en el consumidor final que es indudablemente el trabajador del sector presupuestado: el más afectado de toda esta crisis que ha creado el gobierno es el trabajador común”.

Funcionarios lamentan que “la gente protege a los violadores”; compran un producto y, cuando el inspector le pregunta, le contestan que lo compraron al precio legal.

“Porque eso es una gran farsa. Los cuentapropistas, los carretilleros, tienen los precios, a veces más bajos que el Estado que ha subido el importe de un producto hasta 15 veces. Entonces a estos vendedores les dicen que están abusando del pueblo. En mi municipio hace una semana los tarimeros de un lugar que le dicen 24 de febrero no abrieron porque si venden al tope que les puso el gobierno, no obtienen ganancias. El perjudicado es el pueblo pero la televisión oficial monta un teatro, entrevistando a personas, diciendo que todo está muy bueno, que estamos muy contentos, cosa que no es cierta. La gente está muy disgustada en la calle”, dijo Miriam Herrera, residente en Regla, La Habana

“Para coger a los cuentapropistas, los inspectores se hacen pasar por clientes en puntos del agro, con carretilleros, transportistas o en servicios gastronómicos. Es una cacería de brujas que no soluciona nada”, puntualizó Herrera.

Al respecto, el economista cubano, asentado en Valencia, Elías Amor, atribuye a tres razones la vertiginosa subida de los precios en Cuba.

“En primer lugar, porque hubo un incremento salarial en el sector presupuestado en el año 2019, que creó las condiciones para que se generaran tensiones inflacionistas en la economía que se han ido manteniendo desde entonces”, dijo.

“En segundo lugar, porque hay una expansión monetaria espectacular, el crecimiento de la cantidad de dinero está muy por encima del Producto Interno Bruto, esto es una anomalía que se debe fundamentalmente a la existencia de las dos monedas en circulación”, dijo.

“Y en tercer lugar, el déficit público ha experimentado un crecimiento enorme a lo largo de este año 2020 y se ha proyectado para el año 21 con una medida similar en torno a un 20 por ciento del PIB que posiblemente sea uno de los porcentajes de déficit más altos del mundo”, explicó.

A esto se añade la abrupta caída de la economía en un 11 por ciento, según dijo en diciembre en la Asamblea Nacional, el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.

Todo esto explica por qué los precios están mostrando este crecimiento significativo que el Gobierno es incapaz de contraponer, anotó Amor.

“Lo quiere afrontar como siempre con medidas de carácter represivo, aplicando a los que llaman infractores, penas y castigos como decomisos, confiscación de la mercancía, incluso encarcelación”, apuntó.

Elías Amor subrayó que los dirigentes comunistas cubanos consideran que un incremento de precio por parte de un comerciante es un delito o una infracción pero en cualquier otro país del mundo este comportamiento se corrige por la acción de la oferta y la demanda.

“Como en Cuba no existen los mercados libres, en donde oferta y demanda sean las que determinen el equilibrio sino que todos los precios se fijan por el Ministerio de Finanzas y Precios, pues ocurre esta situación de rigideces que acaban provocando escasez en los mercados o inexistencia de productos, incluso en algunas tiendas que venden en moneda libremente convertible”, dijo.

En su blog Cubaeconomía, Elías Amor indicó: “Si en vez de enfocarse como dice Granma en ‘la lucha contra los precios no visibles, el favoritismo, cobros en exceso, la venta por parte de trabajadores por cuenta propia de productos industriales que no están autorizados, el empleo de pesas sin certificar, descontrol en los inventarios, mala calidad de los productos y sobrante o faltante en caja’, el gobierno pone en marcha medidas para dimensionar la oferta productiva e incrementar la corriente de bienes y servicios producidos, el actual escenario puede cambiar. Si no, conforme pase el tiempo todo irá a peor”.