Reporteros sin Fronteras: La situación de Cuba “se degrada día a día”

Aurora Mínguez, presidente RSF en España, dijo que "la libertad de prensa en América Latina vive una situación terrible".

La organización internacional Reporteros sin Fronteras (RSF) denunció este miércoles en España que la situación de Cuba “se degrada día a día”.

“Los medios que intentan tener periodistas independientes, saben que están controlados por el ejecutivo, que están espiados y amenazados, ellos y sus familias. Muchos se han ido al exilio”, explicó Aurora Mínguez, presidenta de RSF en España, al presentar el IV Programa de Acogida Temporal de Periodistas Latinoamericanos.

La activista denunció el encarcelamiento de los reporteros Lázaro Yuri Valle y Esteban Rodríguez, y del youtuber Yoandi Montiel.

Uno de los beneficiarios del programa, el periodista independiente cubano Waldo Fernández Cuenca, contó los riesgos de su labor en la isla: “La policía del régimen, la Seguridad del Estado, me ha citado en innumerables ocasiones a estaciones policiales para amenazarme con procesarme judicialmente, simplemente por ser periodista”.

En cuanto al papel de periodistas independientes y redes sociales en las históricas protestas de julio pasado, Fernández Cuenca dijo que fue “fundamental”.

“Cuba es un país que tiene un atraso, en cuanto a conexión a internet, muy grande. Pero, el hecho de que existan redes sociales, hizo que las imágenes se difundieron rápidamente desde los celulares, a pesar de que, a las cuatro horas, el gobierno decretó un apagón total de internet”, añadió el habitual colaborador de Radio Televisión Martí y Diario de Cuba.

En el evento, celebrado en la Casa de América, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, recordó que “no hay democracia sin libertad de prensa”.

“Luchando por eso, están luchando por su país, están luchando porque exista una democracia”, dijo a los convocados.

El IV Programa de Acogida Temporal de Periodistas Latinoamericanos, en el que participa Fernández Cuenca, junto a informadores en peligro de Nicaragua, México y Colombia, tiene una duración de tres meses e incluye apoyo psicológico y formación.