Llegó hace cuatro años, y hoy tiene su propio negocio, nacionalidad canadiense y un futuro como relojero en la ciudad de Montreal.
Joel González, relojero cubano residente en Montreal (Canadá). Foto: cortesía del diario The Gazzete.
La historia de Joel González es una más de la de tantos cubanos que un día decidieron dejar el país y probar fortuna en Norteamérica.Junto con la que hoy es su mujer, es dueño de un comercio de reparación de relojes que le reporta ingresos económicos suficientes para la estabilidad y un futuro que no encontraría en la isla.
El tema lo recoge el diario Montreal Gazzete, que cuenta cómo se ganaba la vida en las calles de La Habana, ingresando de 12 a 15 dólares por día, más que cualquier cubano pero insuficiente para vivir dignamente de su oficio.
Un día conoció en Varadero a la mujer canadiense con la que se casaría, y tras varios viajes de ambos para seguir manteniendo el contacto, decidieron trasladarse al país de ella.
Han pasado cuatro años de eso y hoy Joel habla tres idiomas, es ciudadano canadiense después de haber pasado un examen y tiene su propio negocio de reparación de relojes en Dollard-des-Ormeaux, una de las zonas de la gran metrópoli de Montreal.
El Gobierno canadiense a través de sus programas de ayuda para el fomento de nuevos negocios le ayudó con soporte económico y legal para que diera forma a su idea.
Puedes leer la historia completa de este cubano de 37 años en la página web del periódico.