Después de casi un mes de bombardeos y dos días de ofensiva terrestre, el régimen sirio anunció hoy que ha recuperado el control del barrio de Baba Amro en Homs, aunque el ejército rebelde alegó "una retirada táctica".
Una fuente de seguridad, que pidió el anonimato, informó a Efe en Damasco de que las tropas leales al presidente Bachar al Asad han "limpiado la zona de grupos armados", a los que el régimen acusa de estar detrás de la revuelta, que comenzó hace más de once meses y ha causado más de 7.500 muertos, según la ONU.
Mientras el Consejo de Seguridad de la ONU
pidió hoy al Gobierno de Siria que permita el acceso "inmediato y sin obstáculos" a la subsecretaria general del organismo para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, y deploró "el rápido deterioro" de la situación humanitaria que vive el país árabe.
El máximo órgano internacional de seguridad también exhortó al régimen socialista del presidente Bachar al Asad a permitir el acceso del personal humanitario "a todas las poblaciones que necesitan ayuda, de acuerdo al derecho internacional y a los principios que regulan la ayuda humanitaria".
El embajador del Reino Unido ante la ONU, Mark Lyall Grant, quien hoy asumió la presidencia del Consejo para marzo, fue el encargado de leer el comunicado y destacó que el texto "sólo cubre la vertiente humanitaria" del conflicto y no "los desarrollos políticos" que puedan acontecer en el país árabe.
Baba Amro, asediado desde principios del pasado febrero, fue blanco el miércoles de una gran ofensiva terrestre del ejército sirio, que libr fuertes combates con los desertores en su intento de irrumpir en el barrio.
El Ejército Libre Sirio (ELS) -compuesto en su mayora por desertores- sealó que ha efectuado una "retirada táctica" de sus posiciones en este barrio, convertido en el emblema de la revuelta contra Al Asad y bastión de los rebeldes.
Una fuente de seguridad, que pidió el anonimato, informó a Efe en Damasco de que las tropas leales al presidente Bachar al Asad han "limpiado la zona de grupos armados", a los que el régimen acusa de estar detrás de la revuelta, que comenzó hace más de once meses y ha causado más de 7.500 muertos, según la ONU.
Mientras el Consejo de Seguridad de la ONU
pidió hoy al Gobierno de Siria que permita el acceso "inmediato y sin obstáculos" a la subsecretaria general del organismo para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, y deploró "el rápido deterioro" de la situación humanitaria que vive el país árabe.
El máximo órgano internacional de seguridad también exhortó al régimen socialista del presidente Bachar al Asad a permitir el acceso del personal humanitario "a todas las poblaciones que necesitan ayuda, de acuerdo al derecho internacional y a los principios que regulan la ayuda humanitaria".
El embajador del Reino Unido ante la ONU, Mark Lyall Grant, quien hoy asumió la presidencia del Consejo para marzo, fue el encargado de leer el comunicado y destacó que el texto "sólo cubre la vertiente humanitaria" del conflicto y no "los desarrollos políticos" que puedan acontecer en el país árabe.
Baba Amro, asediado desde principios del pasado febrero, fue blanco el miércoles de una gran ofensiva terrestre del ejército sirio, que libr fuertes combates con los desertores en su intento de irrumpir en el barrio.
El Ejército Libre Sirio (ELS) -compuesto en su mayora por desertores- sealó que ha efectuado una "retirada táctica" de sus posiciones en este barrio, convertido en el emblema de la revuelta contra Al Asad y bastión de los rebeldes.