Los rebeldes se anotaron el lunes su victoria más importante desde el inicio de la revuelta en marzo de 2011, al apoderarse de Raqa.
Los rebeldes sirios tenían este martes en su poder a un gobernador y a un responsable de Baas, el partido socialista en el poder, en Raqa, la primera capital de provincia que conquistaron desde el inicio de la guerra que el presidente Bashar al Asad dice estar confiado en ganar.
Los rebeldes se anotaron el lunes su victoria más importante desde el inicio de la revuelta en marzo de 2011, al apoderarse de Raqa, la capital de la provincia homónima en el nordeste del país.
Un vídeo grabado por rebeldes y difundido este martes por el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH) muestra al gobernador de Raqa, Hasan Jalili, sentado en medio de insurgentes al lado de Suleimán Suleimán, el secretario general provincial del partido Baas, en el poder en Siria.
"Son los dirigentes del régimen de mayor rango capturados por los rebeldes" desde hace dos años, afirmó Rami Abdel Rahman, director del OSDH, una ONG basada en Gran Bretaña y que cuenta con una red de militantes y fuentes médicas en el país.
Los insurgentes conquistaron el lunes la mayor parte de los barrios de Raqa, pero las tropas y los milicianos prorrégimen opusieron resistencia durante la noche cerca de la sede de los servicios de inteligencia militar, según el OSDH.
"Hay refuerzos del ejército camino de Raqa. Está por ver si podrán llegar a la ciudad (...) y la aviación bombardeó la ciudad", dijo Rahman.
El diario prorrégimen Al Watan afirmó este martes que "el ejército y las fuerzas de seguridad están librando intensas batallas" en Raqa donde llegaron "miles de hombres armados".
A pesar de los avances sobre el terreno de los rebeldes que controlan amplias zonas del norte y el este del país, Asad estimó que su gobierno ha "salido victorioso de la batalla" y que la oposición "juega sus últimas cartas", según declaraciones publicadas este martes por el diario libanés prosirio Al Ajbar.
Este martes, la violencia en el país dejó 126 muertos, entre ellos 28 civiles, 40 soldados y 58 rebeldes, según un balance provisional del OSDH.
En Doha, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, volvió a insistir este martes en que confía en que las armas que los países del Golfo envían a los rebeldes sirios lleguen a manos de opositores "moderados" y repitió que Estados Unidos no proporcionaba armamento a los insurgentes, durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro catarí de Relaciones Exteriores, Hamad Ben Jasem Al Thani.
Los rebeldes se anotaron el lunes su victoria más importante desde el inicio de la revuelta en marzo de 2011, al apoderarse de Raqa, la capital de la provincia homónima en el nordeste del país.
Un vídeo grabado por rebeldes y difundido este martes por el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH) muestra al gobernador de Raqa, Hasan Jalili, sentado en medio de insurgentes al lado de Suleimán Suleimán, el secretario general provincial del partido Baas, en el poder en Siria.
"Son los dirigentes del régimen de mayor rango capturados por los rebeldes" desde hace dos años, afirmó Rami Abdel Rahman, director del OSDH, una ONG basada en Gran Bretaña y que cuenta con una red de militantes y fuentes médicas en el país.
Los insurgentes conquistaron el lunes la mayor parte de los barrios de Raqa, pero las tropas y los milicianos prorrégimen opusieron resistencia durante la noche cerca de la sede de los servicios de inteligencia militar, según el OSDH.
"Hay refuerzos del ejército camino de Raqa. Está por ver si podrán llegar a la ciudad (...) y la aviación bombardeó la ciudad", dijo Rahman.
El diario prorrégimen Al Watan afirmó este martes que "el ejército y las fuerzas de seguridad están librando intensas batallas" en Raqa donde llegaron "miles de hombres armados".
A pesar de los avances sobre el terreno de los rebeldes que controlan amplias zonas del norte y el este del país, Asad estimó que su gobierno ha "salido victorioso de la batalla" y que la oposición "juega sus últimas cartas", según declaraciones publicadas este martes por el diario libanés prosirio Al Ajbar.
Este martes, la violencia en el país dejó 126 muertos, entre ellos 28 civiles, 40 soldados y 58 rebeldes, según un balance provisional del OSDH.
En Doha, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, volvió a insistir este martes en que confía en que las armas que los países del Golfo envían a los rebeldes sirios lleguen a manos de opositores "moderados" y repitió que Estados Unidos no proporcionaba armamento a los insurgentes, durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro catarí de Relaciones Exteriores, Hamad Ben Jasem Al Thani.