Propuesta de la Casa Blanca incrementa los fondos a la ayuda internacional

Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, hablando sobre los derechos humanos en el mundo. (Mandel Ngan / AP).

La solicitud del presupuesto para el año fiscal 2022 que ha hecho la administración Biden al Congreso de Estados Unidos ha aumentado en 6.800 millones de dólares con respecto al año anterior para la ayuda internacional, que incluye derechos humanos, defensa de la democracia y gestión de la pandemia de COVID-19.

El pedido incluye 63.500 millones de dólares en programas internacionales, que serían gestionados por el Departamento de Estado para la ayuda internacional; de ellos, 5.400 millones son distribuidos por la Agencia de Estados Unidos para el desarrollo Internacional (USAID).

En esta “solicitud discrecional” han sido incluidos 861 millones para Centroamérica, parte del compromiso de 4.000 millones de dólares para los próximos cuatro años.

El informe señala que la solicitud del dinero es parte de “una estrategia integral para impulsar una reforma sistémica y al mismo tiempo abordar las causas fundamentales de la migración irregular de Centroamérica a Estados Unidos.

En las últimas semanas ha empeorado la situación inmigratoria en la frontera sur. Miles de menores no acompañados han abarrotado los albergues dispuestos por las entidades de seguridad de EE. UU. Informes gubernamentales han arrojado que las cifras de detenciones de inmigrantes buscando asilo se dispararon en marzo para alcanzar un récord histórico en los últimos veinte años.

Sería así favorecido el trabajo de conjunto con otras naciones “para abordar la pandemia y el cambio climático, así como las crecientes ambiciones de China y las amenazas globales a la democracia”, señala el documento expedido hoy por el Departamento de Estado.

Otra importante partida monetaria está enfocada en “restaurar” la posición internacional de EE. UU. mediante la promoción de “la democracia y los derechos humanos”.

El dinero sería usado para pagar las cuotas del gobierno estadunidense en la ONU para “revertir la falta crónica de fondos y los atrasos acumulados para programas críticos durante la Administración anterior”.

Tales impagos han afectado la membresía de EE. UU. en la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, indica el anuncio.

Además, en la asistencia humanitaria y el tema de refugiados, ha sido incluida una parte para volver al plan de admisión de refugiados, con el interés de volver a la cifra de hasta 125.000 admisiones a partir de 2022.