Pistola que calla a quienes hablan demasiado

  • Jesús Rojas / Radio Martí

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El dispositivo pretende facilitar el diálogo acallando a aquellos interlocutores que interrumpen o se extienden demasiado.
Investigadores japoneses presentaron hace poco un aparato que al activarse en dirección a una persona puede llegar a hacer que ésta tenga que callarse. El dispositivo con forma de pistola, llamado Speedjammer todavía está en fase de ensayo y funciona de forma limitada. El Speedjammer, desarrollada por el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada de Japón y la Universidad Ochanomizu, utiliza una técnica psicológica descubierta hace unos años y, según sus creadores, no tiene efectos secundarios.

Aunque todavía no es 100% efectiva, sus inventores aseguran que en un futuro podrían hacerla funcionar desde una distancia de diez metros. Y lejos de lo que se pueda pensar, sus inventores aseguran que defienden la libertad de expresión y que lo que precisamente pretenden con el "arma" es facilitar el diálogo, parando en seco a aquellos que tienden a explayarse demasiado o a interrumpir una conversación.

"De visita en un museo un día disfruté mucho de una demostración de lo que se conoce como Interacción Auditiva Retardada, DAF", narra a BBC Mundo, Kazutaka Kurihara, doctor en ciencia computacional y desarrollador del Speedjammer

"Hablé por el micrófono y mi voz regresó en unos pocos mili-segundos. De repente, no podía seguir hablando". El DAF es una técnica descubierta por un grupo de psicólogos hace unos años. Estos observaron que es prácticamente imposible hablar si escuchamos nuestras propias palabras con un retardo de sólo una fracción de segundo.

Kazutaka Kurihara, quien es doctor en ciencia computacional, investigaba en aquella época el desarrollo de sistemas que permitieran controlar una conversación. Junto a Koji Tsukada, desarrollaron una especie de altavoz direccional de gran sensibilidad capaz de emitir sonido a una distancia de diez metros.

Así, lograron fabricar un primer dispositivo portátil con un micrófono incorporado que permite grabar la conversación. Un altavoz se emplea para reproducir el sonido 0,2 segundos más tarde. La idea es que el sistema pueda ser activado desde lejos, como si se "disparase" un arma. Por el momento, el aparato es un prototipo y funciona en "situaciones limitadas", afirman sus inventores, que trabajan en mejorar el sistema.

Kurihara asegura que el dispositivo pretende facilitar el diálogo acallando a aquellos interlocutores que interrumpen o se extienden demasiado. Pese a las cuestiones éticas que podría despertar un aparato semejante, Kurihara se declara un ferviente defensor de la libertad de expresión. Y recuerda que "los diálogos justos son esenciales para resolver conflictos en la comunicación".