Se declara no culpable pirata aéreo estadounidense

  • Agencias

William Potts

William Potts se declaró no culpable del cargo de "piratería aérea" en su contra ante el juez Barry Garber de la corte federal de Miami
William Potts, un exmilitante de la organización Panteras Negras que vivía en Cuba desde 1984 tras secuestrar un avión con destino a Miami, se declaró este miércoles no culpable de cargos federales luego de una semana de haber vuelto a Estados Unidos a rendir cuentas con la justicia.

Representado por el abogado público Paul Korchin, William Potts se declaró no culpable del cargo de "piratería aérea" en su contra ante el juez Barry Garber de la corte federal de Miami, constató la AFP.

La audiencia de fianza fue pospuesta hasta el martes de la próxima semana a pedido del abogado Korchin, quien explicó al juez que a último momento llegó a su expediente una orden de arresto contra Potts en Nueva Jersey por asalto armado, la cual data de agosto de 1984.

"Necesito algo de tiempo para confirmar los antecedentes de este caso", dijo Korchin al juez, acompañado por Potts, esposado y vistiendo el uniforme beige de los presos.

Potts, hoy de 56 años, se hizo llamar William Freeman alias "Teniente Spartacus" como militante de Panteras Negras y decidió regresar a Estados Unidos la semana pasada, cuando fue detenido tras pisar el aeropuerto internacional de Miami el 6 de noviembre.

Al día siguiente, el jueves pasado, tuvo su primera comparecencia ante la justicia federal en esta ciudad de Florida (sureste de Estados Unidos).

El 27 de marzo de 1984, Potts abordó en un aeropuerto de Nueva York el vuelo 337 de Piedmont Airlines para luego entregarle a la azafata una nota que decía que si aterrizaban en Miami, como estaba previsto, y no desviaban la ruta a La Habana, haría explotar el aparato.

Una vez que el vuelo aterrizó en La Habana fue arrestado por las autoridades cubanas y estuvo 13 años preso en la isla caribeña.

En aquella nota entregada a las azafatas el día del secuestro y conservada por las autoridades cubanas, Potts reclamaba la liberación de sus "hermanos y hermanas en Sudáfrica", entonces bajo el régimen del apartheid, protestaba contra la intervención estadounidense contra los sandinistas en Nicaragua y pedía un rescate de 5 millones de dólares, según documentos judiciales.

Luego de su liberación en Cuba, Potts comenzó una nueva vida en La Habana, se casó, tuvo dos hijas y se convirtió al Islam.

"El acto de terrorismo que perpetré me acosa cada día", declaró la semana pasada a la cadena CNN, que lo entrevistó durante el vuelo La Habana-Miami, agregando que extraña a su familia.

Potts podría ser sentenciado a 20 años de prisión o incluso a cadena perpetua si es hallado culpable de los cargos de piratería aérea que pesan en su contra.