Turistas aseguran que Payá estaba amenazado de muerte

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Oswaldo Payá les había confesado que fue amenazado de muerte en muchísimas ocasiones.

Extranjeros que en el pasado visitaron a Oswaldo Payá y su familia a quienes los unían nexos religiosos corroboran que el disidente sí era vigilado y había sido amenazado por el gobierno.
Turistas extranjeros que en una ocasión fueron a visitar en Cuba al disidente cubano Oswaldo Payá y a su familia, con quienes mantenían nexos como cristianos, aseguran que el fallecido opositor sí era permanentemente vigilado por las autoridades de la isla y que él mismo les confesó los peligros que corría.

“Nos contó que personalmente fue amenazado de muerte en muchísimas ocasiones y que si no dejaba de pedir la libertad por Cuba lo iban a matar”, según el testimonio ofrecido por los extranjeros y publicado en la página web del Movimiento Cristiano Liberación que Payá dirigía.

Los turistas, que por razones de seguridad no dan sus nombres y se identifican como “católicos, apostólicos y romanos” dicen que estando con Payá y su esposa, Ofelia, de pronto se dieron cuenta de que algunas personas que se hacían pasar por transeúntes los seguían a los sitios adonde iban.

La respuesta de Payá, señalan, “nos dejó sobrecogidos y con el corazón en un puño. Nos dijo que desde hacía muchísimo tiempo estaba siendo amenazado por el régimen de Cuba al ser opositor”.

Según el relato, incluso cuando después salieron solos, sin Payá, también fueron perseguidos, y al preguntarle a uno de los vigilantes por qué lo hacía, el individuo se limitó a responderle abiertamente que “cumplía órdenes”.

También narran haber sido testigos de las “calumnias e injusticias” contra la familia del opositor “como las pintadas en la fachada de la puerta de su casa intimidándolo con insultos a él a su esposa e hijos”.

En otra ocasión, dicen, vieron que “detrás de una duna de arena había un hombre con la cabeza tapada con una toalla blanca” que los estaba fotografiando, y entonces cuando Payá se le acercó para retratarlo con su teléfono móvil, al verse descubierto el sujeto con toda tranquilidad les dijo: “Los estamos siguiendo y fotografiando…¿y qué?”.

En su testimonio, los turistas señala que se fueron de allí “con mucho miedo y sobre todo impotencia al ver tanta injusticia y opresión a esta familia humilde, buena, sencilla, honesta…”