Para la mayoría de los cubanos Internet es Facebook

Panel Internet in Cuba: A reality check. De izq. a der. Yusnaby Pérez, Eliécer Avila, Regina Coyula, Joanna Columbié y Salvi Pascual

Uno entra a un cibercafé en Cuba y todas las pantallas están en blanco y azul, los colores de Facebook, dijo la periodista independiente Regina Coyula, una de los participantes en el primer panel del evento Cuba Internet Freedom que sesiona en Miami.

El lento progreso del acceso a Internet en Cuba, con limitaciones de velocidad de conexión, censura y altos precios ha sido aprovechado hasta ahora por los cubanos para comunicarse con sus familiares y otras personas en el exterior, más que como una herramienta de trabajo, información o emprendimiento.

Estas fueron algunas de las conclusiones del primer panel presentado este lunes en el evento Cuba Internet Freedom que auspicia en Miami la Oficina de Transmisiones a Cuba.

En la discusión participaron tres cubanos de la isla: el ingeniero informático y líder del movimiento juvenil Somos + Eliécer Avila, la directora de la Academia 1010 de ese movimiento Joanna Columbié, y la periodista independiente Regina Coyula, autora del blog Malaletra. También Salvi Pascual, residente en Estados Unidos y creador de la aplicación Apretaste! que permite a miles de cubanos obtener información de Internet a través del correo electrónico.

Como moderador actuó el bloguero cubano y actual reportero del canal Univisión 23 de Miami Yusnaby Pérez.

Coyula y Columbié confirmaron que los cubanos prácticamente identifican a Internet con Facebook.

"Usted pasa por un cibercafé y todas las pantallas están en blanco y azul", dijo Coyula.

El uso de la Web para fines de información es raro en los accesos facilitados por el gobierno, considerando que debido a la baja velocidad de conexión y el alto precio de $ 2 la hora pueden significar que la subida o descarga de un material de 200 kilobites consuma el saldo del usuario.

Pero los cubanos se las arreglan para multiplicar el acceso con aplicaciones como Connectify que permiten compartirlo con 8 o 10 personas, o con los dispositivos Nanostation M2 que permiten halar la señal de los puntos de wifi cercanos y repartirla, señaló Avila.

Al mismo tiempo él y Columbié acotaron que la policía cubana vigila a los que se dedican a esto como un servicio pagado para acusarlos de enriquecimiento ilícito y violación del decreto ley 127/2011 que prohibe tener una red privada.

Estas leyes afectarían también a una red cableada que se creó inicialmente para juegos y en la que ahora se puede chatear, crear grupos de interés y hasta compartir el contenido del paquete audiovisual semanal, otro invento offline de los cubanos que les ha abierto un mundo de información con películas, series, noticias, anuncios clasificados, etc.

Avila opinó que a pesar de las limitaciones del correo electrónico Nauta que oferta el monopolio estatal de telecomunicaciones ETECSA, y que tienen unos 3 millones de cubanos, es mejor tenerlo que no tener nada, pero que, más que tratar de mejorar esta conexión limitada en espacios públicos y a precios prohibitivos, los isleños deberían luchar por tener como todo el mundo acceso ilimitado y a precio razonable, pues las limitaciones, el mantener ajenos a una plena Internet a millones de cubanos es, en sus palabras, un atentado contra el futuro de nuestros hijos.

Panel The Offline net: Cuban distribution network.. De izq. a der. Yaima Pardo, Regina Coyula y Marianela Leiva.

¿Es irreversible?

El segundo panel, basado en la red offline que conecta la isla de un extremo a otro, mostró que El Paquete, las memorias digitales y el deseo de los cubanos de tener acceso a la información son parte de un proceso irreversible.

Una vez que han conocido una programación variada, que han tenido posibilidad de consultar otras fuentes de información que aquellas que el gobierno cubano impone, los cubanos no renunciarán a los reclamos de una internet libre, coincidieron los participantes.

Yaima Pardo, realizadora del documental Offline, la bloguera Regina Coyula y Marianela Leiva insistieron en que hasta ahora entre los cubanos los contenidos offline favoritos son en su mayoría materiales de entretenimiento.

Panel: Innovators and Underground trendsetters. De izq. a der. Larry Press, Iliana Hernández, Rolando Rodríguez Lobaina y Bhana Grover (Connectify)

Connectify, una sensación entre los cubanos

La popularidad que ha alcanzado la aplicación Connectify entre los cubanos, centró el panel de los innovadores y creadores de tendencia "underground".

Entre los panelistas estaban Rolando Rodríguez Lobaina, coordinador de la productora de audiovisuales Palenque Vision y la activista Iliana Hernández, quien aprovechó la conferencia para lanzar su proyecto "Lente Cubano". Ambos hablaron de la necesidad de multiplicar la internet con dispositivos "nano" o aplicaciones como Connectify.

Precisamente, Bhana Grover, la presidenta de Connectify, respondió preguntas que los usuarios en Cuba le hicieron a través de Facebook.

Panelistas de "Libertad de internet: Un derecho universal", moderado por Ted Henken. Participan, Dr. Nnake Nweke (Office of Internet Freedom), Alan Gross, Taylor Torres y Norges Rodríguez.

Acceso a Internet, un derecho humano

El cuarto panel del evento Cuba Internet Freedom, en el que participan periodistas independientes, activistas de la sociedad civil cubana y expertos, abogó el lunes por el acceso a la red de redes como un derecho humano y vehículo para un mayor "empoderamiento" de los cubanos en el ámbito político y económico.

Este panel contó con la participación de los periodistas independientes Taylor Torres y Norges Rodríguez, quienes contaron sus experiencias en la isla, donde intentan ayudar a la comprensión de que el acceso a Internet es vital no sólo desde el punto de vista político sino también para el avance económico de los cubanos.

También participaron el excontratista estadounidense Alan Gross, que fue condenado en Cuba por intentar conectar a grupos de la comunidad hebrea cubanamediante equipos BGAN de internet satelital, así como Juan Antonio Blanco, presidente de la Fundación Cubana de los Derechos Humanos.

"El acceso a la información, el acceso a Internet, es comida para el cerebro", dijo Gross a los asistentes.