Juan Pablo II y Juan XXIII santos de la Iglesia Católica

  • Agencias

Fotografía de archivo fechada el 13 de abril de 2013 que muestra estatua más grande del mundo del papa Juan Pablo II durante la ceremonia de inauguración en el Parque de Miniaturas de Czestochowa, Polonia.

La ceremonia de canonización de los dos Obispos de Roma, tendrá lugar en el Vaticano el 27 de abril del 2014
El papa polaco Juan Pablo II y el italiano Juan XXIII serán canonizados el próximo 27 de abril, anunció este lunes el pontífice Francisco en un consistorio.

Delante de los cardenales, Francisco confirmó que Karol Wojtyla y Angelo Giuseppe Roncalli serán declarados santos. Se trata de dos figuras importantes de la Iglesia católica que fueron papas entre 1978 y 2005 y entre 1958 y 1963 respectivamente. La fecha de esta doble canonización ya se filtró hace varias semanas. El 27 de abril de 2014 es la fiesta de la Divina Misericordia, establecida por el papa polaco.

La ceremonia probablemente atraiga a cientos de miles de personas, principalmente de Italia y Polonia, hasta la plaza de San Pedro. Juan Pablo II, primer papa polaco de la Historia, conservador y muy popular en los más de 100 países a los que llevó la palabra de la Iglesia, será canonizado tan solo nueve años después de su muerte, un tiempo récord.

Benedicto XVI prefirió no tener en cuenta el plazo obligatorio de cinco años para abrir la causa de beatificación y de canonización de su predecesor, quien fue beatificado en mayo de 2011. Francisco, por su parte, innovó para canonizar a Juan XXIII, sin esperar a que se le atribuya un milagro. Juan XXIII convocó el gran Concilio Vaticano II (1962-1965) que debía abrir la Iglesia al mundo. Siempre conservó la imagen de un pastor cercano a la gente, simple y de buen humor, actitud parecida a la que sigue Francisco actualmente.

La canonización conjunta de estos dos papas muestra, por un lado, la intención de Franciso de mantener el equilibrio entre dos figuras muy diferentes de la Iglesia, pero también la de evitar un gran culto a la personalidad de Juan Pablo II