Veinte empleados del Pentágono adscritos a la embajada en Quito tendrán que abandonar el país a más tardar el 30 de abril.
Ecuador ha ordenado a los 20 empleados del Departamento de Defensa de Estados Unidos pertenecientes al grupo militar de la embajada en Quito que abandonen el país, a más tardar el 30 de abril, confirmó a The Associated Press el portavoz de la legación diplomática, Jeffrey Weinshenker.
El grupo recibió la orden de cesar sus operaciones en Ecuador a través de una carta de las autoridades ecuatorianas fechada el 7 de abril, precisó Weinshenker.
El presidente Rafael Correa se había quejado públicamente en enero de que Washington tenía demasiados oficiales militares en Ecuador. Aseguró que sumaban 50, y que se habían "infiltrado en todos los sectores ", por lo que pensaba ordenar la salida de algunos.
Weinshenker dijo a AP que el grupo militar comprendía a 20 empleados del Pentágono, no todos ellos uniformados y explicó que Washington había proporcionado US $ 7 millones en asistencia de seguridad a Ecuador el año pasado.
La ayuda incluyó capacitación técnica en mantenimiento de vehículos, aeronaves, seguridad y logística, construcción de un centro militar ecuatoriano para mantener la paz, fortalecimiento de la capacidad defensiva y de la cooperación para enfrentar el tráfico de narcóticos, tráfico de humanos, terrorismo y otros delitos transnacionales.
El vocero diplomático recordó que la cooperación militar de EE.UU. con Ecuador se remonta a cuatro décadas atrás. "Todas las actividades que hemos llevado a cabo han tenido la aprobación explícita de nuestros similares ecuatorianos”, aseguró.
Las relaciones de Washington con el gobierno ecuatoriano han sido tensas en los últimos años, incluso antes de que Correa proporcionara asilo en 2012, en su embajada en Londres, al fundador del sitio WikiLeaks, Julian Assange.
Correa había expulsado previamente a por lo menos tres diplomáticos estadounidenses, entre ellos, en 2011, la entonces Embajadora Heather Hodges, en respuesta a un cable divulgado por WikiLeaks que sugería que Correa estaba al tanto de la corrupción en altos círculos de la policía local.
En noviembre, el gobierno de Correa anunció que había ordenado a la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional poner fin a sus operaciones en el país, acusándola de apoyar a la oposición.
También canceló un acuerdo con Washington que permitía vuelos de inteceptación de drogas operados por Estados Unidos desde la base de Manta.
El grupo recibió la orden de cesar sus operaciones en Ecuador a través de una carta de las autoridades ecuatorianas fechada el 7 de abril, precisó Weinshenker.
El presidente Rafael Correa se había quejado públicamente en enero de que Washington tenía demasiados oficiales militares en Ecuador. Aseguró que sumaban 50, y que se habían "infiltrado en todos los sectores ", por lo que pensaba ordenar la salida de algunos.
Weinshenker dijo a AP que el grupo militar comprendía a 20 empleados del Pentágono, no todos ellos uniformados y explicó que Washington había proporcionado US $ 7 millones en asistencia de seguridad a Ecuador el año pasado.
La ayuda incluyó capacitación técnica en mantenimiento de vehículos, aeronaves, seguridad y logística, construcción de un centro militar ecuatoriano para mantener la paz, fortalecimiento de la capacidad defensiva y de la cooperación para enfrentar el tráfico de narcóticos, tráfico de humanos, terrorismo y otros delitos transnacionales.
El vocero diplomático recordó que la cooperación militar de EE.UU. con Ecuador se remonta a cuatro décadas atrás. "Todas las actividades que hemos llevado a cabo han tenido la aprobación explícita de nuestros similares ecuatorianos”, aseguró.
Las relaciones de Washington con el gobierno ecuatoriano han sido tensas en los últimos años, incluso antes de que Correa proporcionara asilo en 2012, en su embajada en Londres, al fundador del sitio WikiLeaks, Julian Assange.
Correa había expulsado previamente a por lo menos tres diplomáticos estadounidenses, entre ellos, en 2011, la entonces Embajadora Heather Hodges, en respuesta a un cable divulgado por WikiLeaks que sugería que Correa estaba al tanto de la corrupción en altos círculos de la policía local.
En noviembre, el gobierno de Correa anunció que había ordenado a la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional poner fin a sus operaciones en el país, acusándola de apoyar a la oposición.
También canceló un acuerdo con Washington que permitía vuelos de inteceptación de drogas operados por Estados Unidos desde la base de Manta.