La OPAQ aprueba una hoja de ruta para la destrucción las armas químicas sirias

  • Agencias

Fotografía que muestra a inspectores de la ONU recogiendo pruebas del lugar donde se produjo el ataque con armas químicas en Damasco, Siria

Una modificación "menor" fue realizada a último minuto en el documento que se había filtrado a la prensa antes de la reunión, pero el cambio no afecta las fechas topes ni los plazos fijados, entre ellas la destrucción de armas químicas de aquí a mediados de 2014
El Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas aprobó este sábado una hoja de ruta para la destrucción del arsenal sirio de armas químicas, anunció el portavoz de la OPAQ.

"Después de un contratiempo final de último minuto, nuestro Consejo Ejecutivo se reunió y aprobó, a las 00H38 (22H38 GMT del viernes) de esta mañana una decisión sobre un programa acelerado de la OPAQ para destruir las armas químicas sirias", declaró el portavoz, Michael Luhan, a los periodistas reunidos frente al edificio de la organización, en La Haya.

Una modificación "menor" fue realizada a último minuto en el documento que se había filtrado a la prensa antes de la reunión, pero el cambio no afecta las fechas topes ni los plazos fijados, entre ellas la destrucción de armas químicas de aquí a mediados de 2014.

"Esperamos tener un equipo en el terreno, en Siria, la próxima semana", agregó la fuente.

La hoja de ruta, que prevé inspecciones en Siria a partir de la tarde del martes, debe ser incluida en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la que se pusieron de acuerdo Estados Unidos y Rusia el viernes, y que será votada en la noche, en Nueva York.

Después de semanas de intensas negociaciones, este acuerdo constituye un importante avance diplomático, más de dos años después del inicio de una guerra civil que, según la ONU, ha dejado más de 100.000 muertos.

Siria ha aceptado adherirse a la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas, en el marco de un acuerdo ruso-estadounidense negociado en Ginebra, tras un ataque con gas sarín que en agosto dejó cientos de muertos cerca de Damasco.

Estados Unidos y sus aliados acusan al régimen sirio de haber cometido este atentado. Damasco, con el apoyo de Rusia, niega ser responsable del mismo y afirma que fue un acto de provocación de la rebelión, que apuntaba a desatar los bombardeos occidentales contra el régimen.

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Logran acuerdo sobre eliminación de armas químicas de Siria