Republicanos confían en que votantes rechazarán reforma

  • martinoticias.com

El presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., el republicano John Boehner.

La única forma de que los republicanos pueden anular la reforma sanitaria es si mantienen el control de la Cámara baja, y recuperan el de la Casa Blanca y del Senado en noviembre próximo
Líderes republicanos del Congreso de EE.UU. afirmaron el domingo en varios programas televisivos que, pese a que el Tribunal Supremo avaló la reforma sanitaria de 2010, los votantes la rechazarán en las urnas en noviembre próximo

El presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., el republicano John Boehner, aseguró que el dictamen del Supremo lo ha convencido de la urgencia de revocar la reforma sanitaria por la vía legislativa.

"Lo único que ha hecho es fortalecer mi determinación y la de los republicanos acá en Washington de revocar esta terrible ley", afirmó Boehner a la cadena CBS, reiterando la promesa que hizo el jueves pasado, al solo conocerse el fallo.

La agencia Efe dijo que la Cámara baja, bajo control republicano, tiene previsto votar la revocación de la reforma el próximo 11 de julio, pero sería solo un gesto simbólico ya que no pasaría del Senado, controlado por los demócratas.

La única forma de que los republicanos puedan anularla es si mantienen el control de la Cámara baja, y recuperan el de la Casa Blanca y del Senado en noviembre próximo.

Boehner vaticinó que la reforma sanitaria, que exige un seguro médico a la mayoría de los estadounidenses so pena de una multa, será un tema en los comicios del próximo 6 de noviembre.

El legislador republicano de Ohio aseguró que la reforma, bautizada despectivamente por sus detractores como "Obamacare", debe ser "arrancada de raíz" porque supone una intrusión del Gobierno federal y que los votantes tendrán la última palabra al respecto.

"Ahora que ya sabemos de qué se trata, en lo que se refiere a Obamacare, para eso serán las elecciones", enfatizó Boehner, al reiterar que los republicanos la revocarán y reemplazarán con una alternativa "de sentido común" que "reduzca los costos de salud" y no restrinja las opciones.

Asimismo, Boehner defendió el plan de cobertura médica que promulgó el virtual candidato presidencial republicano, Mitt Romney, cuando fue gobernador de Massachusetts. Esa reforma inspiró la que impulsó el presidente Barack Obama.

"Eso fue un asunto de Massachusetts, en un solo estado... tenemos 50 estados distintos que son laboratorios de la democracia", insistió Boehner.

Por su parte, el líder de la minora republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo en la cadena Fox News, de corte conservador, que las urnas ofrecerán la "última oportunidad" de derrotar la reforma.

"Tenemos una última oportunidad de vencer Obamacare y lo podemos hacer en las elecciones de noviembre", aseguró McConnell.

Mientras, los demócratas también acudieron a los programas de la televisión estadounidense para defender la reforma sanitaria, que supone el mayor logro legislativo de Obama en su primer mandato.

El senador demócrata de Nueva York, Charles Schumer, dijo en el mismo programa de CBS que Romney tuvo la misma "receta" en Massachusetts y sugirió que no tiene autoridad moral para atacar la de Obama.

"El Partido Republicano se ha encasillado, el (movimiento conservador) Tea Party los obliga a hablar solo de revocarla", señaló Schumer.

Por su parte, la líder de la minoría demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi, señaló en un programa de la cadena NBC que la reforma mejorará la economía porque controlará los gastos de salud, y calificó de poco realista los planes republicanos de revocarla.

"Todo el mundo tendrá precios reducidos, mejor acceso y mejor calidad de cuidado médico. Si eso es lo que quieren revocar, estamos contentos de debatirlo", afirmó Pelosi.

En general, los demócratas rechazan las críticas de la oposición de que la reforma sea un nuevo "impuesto", y señalan que la multa por no comprar seguro médico sólo afectará a un uno por ciento de los estadounidenses.

La agencia Efe señala que el tira y afloja sobre el alcance de la reforma sanitaria se produce mientras las encuestas de opinión demuestran una gran oposición a la iniciativa en general, si bien los estadounidenses apoyan algunos de sus elementos individuales.