El presidente Obama anunció los nominados en una ceremonia en la Casa Blanca, y ahora deben ser confirmados por el Senado.
El presidente Barack Obama dio a conocer a los tres miembros de su Gabinete nominados para dirigir el Departamento de Energía, la Agencia de Protección del Medio Ambiente y la Oficina de Presupuestos.
Ernest Moniz, fue nominado para la secretaría de Energía, Gina McCarthy para el Departamento de Energía y Sylvia Mathews Burwell para hacerse cargo de la Oficina de Presupuestos.
El presidente Obama anunció los nominados en una ceremonia en la Casa Blanca, y ahora deben ser confirmados por el Senado.
Mathews fue directora adjunta de la Oficina de Presupuestos.entre 1998 y 2001, a fines de la administración del presidente demócrata Bill Clinton. Posteriormente se sumó a la fundación del magnate informático Bill Gates, y asumió a comienzos de 2012 la presidencia de la fundación Walmart.
El cargo de Mathews, equivalente a un secretario de Estado de Presupuesto, reviste una importancia estratégica, en un momento en que los recortes se traducirán en una reducción del 8% del presupuesto del Pentágono y del 5% del resto de partidas.
Sin embargo, los republicanos rechazan cualquier aumento de impuestos para evitar los recortes, privilegiando un saneamiento de las cuentas públicas.
Ernest Moniz, fue nominado para la secretaría de Energía, Gina McCarthy para el Departamento de Energía y Sylvia Mathews Burwell para hacerse cargo de la Oficina de Presupuestos.
El presidente Obama anunció los nominados en una ceremonia en la Casa Blanca, y ahora deben ser confirmados por el Senado.
Mathews fue directora adjunta de la Oficina de Presupuestos.entre 1998 y 2001, a fines de la administración del presidente demócrata Bill Clinton. Posteriormente se sumó a la fundación del magnate informático Bill Gates, y asumió a comienzos de 2012 la presidencia de la fundación Walmart.
El cargo de Mathews, equivalente a un secretario de Estado de Presupuesto, reviste una importancia estratégica, en un momento en que los recortes se traducirán en una reducción del 8% del presupuesto del Pentágono y del 5% del resto de partidas.
Sin embargo, los republicanos rechazan cualquier aumento de impuestos para evitar los recortes, privilegiando un saneamiento de las cuentas públicas.