Lebron James volvió a protagonizar una noche heroica y cargó con sus Cavaliers hasta conducirlos a la victoria.
Cleveland venció 96-91 este martes a los Warriors en el tercer encuentro de la Final de la NBA –primero en casa-. Con el triunfo tomó ventaja de 2-1 en la serie al mejor de siete partidos.
El King James anotó 40 puntos con 12 rebotes y 8 asistencias, llevando en sus hombros a un equipo que sin Kyrie Irving y Kevin Love –ambos lesionados- parecía destinado a ser arrollado por Golden State.
“No tengo opciones. Estoy aquí. Es un gran momento”, dijo James al concluir el partido. “Es mi responsabilidad salir y guiar a mis compañeros”.
Impulsados por una fanaticada que no ha visto un título en 51 años, los Cavaliers ahora pudieran tomar ventaja de 3-1 si vuelven a ganar el jueves en el Quicken Loans Arena.
Cleveland iba adelante 92-83 con sólo 51 segundos en el reloj, pero descuidaron el control del balón y ahí mismo Stephen Curry calibró su maquina de hacer canastas para los Warriors.
Curry, quien ganó el premio al Jugador Más Valioso de la liga, recuperó su talento de gran tirador en el último cuarto con 17 puntos. Los Warriors, que llegaron a estar en desventaja de 20 cartones en el tercer periodo no parecían dispuestos a dejar escapar la victoria en los segundos finales.
Golden State recibió gran ayuda desde el banco de David Lee, mientras Curry encestaba una tripleta con 18.9 segundos para el pitazo final que acercó 94-91 a los Warriors.
En la siguiente jugada el árbitro Danny Crawford señaló una falta que ponía la pelota en manos de Golden State con 17.5 en reloj. La revisión de la jugada revirtió su dictamen.
De seguido James recibió falta y encestó los dos tiros libres con 16.8 segundos. En la última posesión de Golden State, Andre Iguodala pareció recibir una falta, pero el juego continuó y el rebote fue a las manos de los Cavaliers para sellar la victoria.
Curry terminó con 27 tantos mientras Iguodala aportó otros 15 para los Warriors, que ganaron el primero de la serie.