Nasa conmemora el 50 aniversario de la primera caminata especial

  • Jesús Rojas / Radio Martí

El astronauta Bruce McCandless hizo historia al operar un traje espacial autónomo en 1984.

El primer estadounidense en realizar una salida extravehicular, Edward H. White II, flotó en la inmensidad del vacío espacial el 3 de junio de 1965 durante la misión Geminis IV, al flotar de manera independiente durante 20 minutos en el espacio sideral.

Un siete de febrero de 1984, la foto tomada por su colega tripulante a bordo del transbordador orbital Challenger en la misión STS-41B capta al astronauta de la Nasa Bruce McCandless cuando alcanza su distancia más lejana de la nave y maniobrar sin un cable atado, durante su primera prueba de una mochila con un propulsor de nitrógeno denominado Unidad de Maniobra Controlada.

Durante 50 años la Nasa ha diseñado trajes especiales para caminatas en el espacio. El primer estadounidense en realizar una salida extravehicular, Edward H. White II, quien flotó en la inmensidad del vació del espacio el 3 de junio de 1965 durante la misión Geminis IV.

En esa caminata espacial de más de 20 minutos, White maniobró de forma total e independiente alrededor de la cápsula Geminis cuando la nave se hallaba en órbita sobre Hawaii en ruta al Golfo de México, a seis mil 500 millas de distancia. Al final del paseo, el astronauta exclamó: “esta es la experiencia más inmensa. Es algo extraordinario.”

El traje de nueva generación incluye tecnología avanzada.

Desde esa histórica caminata hace medio siglo, los navegantes espaciales de la Nasa han realizado numerosas actividades de salida extravehicular o EVA en las misiones Geminis, Apolo, Skylab, transbordador espacial y la estación espacial internacional. Hasta la fecha suman 187 salidas fuera de la estación espacial internacional.

Un total de 166 horas de caminatas espaciales se realizaron para reparar el telescopio espacial Hubble. En la actualidad, la Nasa tiene en desarrollo un traje espacial avanzado para que los astronautas puedan viajar a lugares profundos del espacio durante una futura misión tripulada a Marte.

El traje de la nueva generación incluirá un número de tecnología avanzada para reducir el tiempo de disponibilidad y seguridad mejorada para incrementar la capacidad de los astronautas durante labores de caminatas espaciales o en superficies.

A medida que la agencia comenzó a planificar para la exploración espacial, la NASA necesita para la transición de los trajes de presión completa a trajes de astronautas para la llamada actividad extravehicular, un importante paso en la protección de los seres humanos, y los cuales tienen una serie de características: no tienen presión, incluyen enfriamiento especial y una cubierta exterior protectora para garantizar no puede ser perforado.

Las caminatas espaciales recientes de la Nasa suman 166 horas.

Los modernos trajes EVA son totalmente autónomos, mientras los trajes de presión mantienen al astronauta atado al avión para el oxígeno y el aire de refrigeración. Por lo general, el traje de presión completo de un piloto de avión pesa alrededor de 35 libras con el casco, mientras que un moderno traje EVA pesa más de 240 libras.

Fisiológicamente, hay dos grandes problemas para hacer frente a mayor altitud en la atmósfera: la presión de goteo y el contenido de oxígeno. Los trajes de presión tienen el propósito de hacer posible que una persona pueda sobrevivir en un ambiente de peligro mortal, por lo general, cuando algo sale mal en la cabina de un avión.

A 35.000 pies, la presión atmosférica es un cuarto de lo que es a nivel del mar, de casi 3,5 libras por pulgada cuadrada, frente a 14.7 libras por pulgada cuadrada. Sin respirar oxígeno suplementario puro, el tiempo de conciencia de la persona a esa altitud es de 30 a 60 segundos. Mientras que a 63.000 pies, ocurre la llamada Línea Armstrong de la NASA. Es el punto en el que la "presión de vapor de agua es la misma que la presión atmosférica" y un líquido no confinado hervirá a temperatura ambiente.

La Nasa desarrolla un traje especial para llegar a Marte.

Según Dennis Jenkins, autor de Vestirse para Altitud, el fenómeno físico de la presión atmosférica se aplica a la saliva de los seres humanos. La sangre en el cuerpo todavía estaría bajo una presión suficiente para evitar que se evapore. Sin embargo, las cosas malas todavía podían pasar con el cuerpo humano en esa gran altitud para un navegante expuesto.

Se llama hipoxia, que incluye el vacío y la expansión acelerada de gases en el cuerpo humano. Algo similar a la muerte rápida causada por la hinchazón y las bajas temperaturas.