Falla paracaídas en prueba de la NASA para descenso en Marte

  • Jesús Rojas / Radio Martí

La nueva tecnología puede resistir velocidades supersónicas.

En el segundo ensayo de la Nasa, la nave con forma de platillo volador ascendió a 55 km de la superficie de la Tierra, donde el ambiente es similar a la tenue atmósfera marciana, pero el paracaídas no funcionó como se esperaba.

Un paracaídas falló durante la prueba que efectuó la NASA de nueva tecnología para el descenso de naves más grandes y de astronautas en Marte, anunció la agencia.

El paracaídas se desplegó pero no se infló, dijo en un correo electrónico Kimberly Newton, una portavoz de la NASA. El paracaídas pareció desintegrarse, de acuerdo con las imágenes grabadas de la prueba.

El experimento se efectuó sobre aguas frente a la isla hawaiana de Kauai y tuvo como propósito la investigación de tecnología diseñada para reducir la velocidad en caída libre de un vehículo de descenso después que haya penetrado la atmósfera marciana con rapidez supersónica.

El año pasado tampoco se infló otro paracaídas gigante durante una prueba similar que efectuó la NASA de tecnología para naves espaciales con destino al planeta rojo. La NASA dijo que quiere enviar astronautas a Marte en la década de 2030.

Uno de los principales objetivos del experimento de este año era probar un nuevo diseño del paracaídas. La tecnología no será utilizada pronto en alguna misión a otro planeta. La NASA podría decidir no usar la tecnología si fracasan las pruebas.

En la nueva prueba, la nave comenzó su descenso a una altura de 55 km (34 millas) de la superficie de la Tierra, donde el ambiente es similar a la tenue atmósfera marciana.

La agencia probó primero un aro en forma de rosquilla diseñado para que al inflarse reduzca la velocidad del vehículo de descenso que tiene forma de platillo volador. El paracaídas gigante debía después reducir todavía más la velocidad del aparato.

El paracaídas puede resistir velocidades supersónicas y tiene 30 metros (100 pies) de diámetro, casi dos veces el tamaño del que se utilizó para el descenso de la sonda rodante Curiosity en 2012 en Marte.

Es tan grande que no cabe en los túneles aerodinámicos que la NASA utiliza normalmente para probar paracaídas. El del lunes fue el segundo de tres ensayos que tiene previsto la NASA para el proyecto.

En el experimento, el vehículo de descenso fue subido por un globo gigante hasta 37 km (23 millas) de altura y después un cohete lo elevó todavía más a 55 km (34 millas), desde donde comenzó el descenso en caída.