Movimiento San Isidro invita al pueblo cubano a leer poesía en su sede

El Movimiento San Isidro protesta contra la represión. (Facebook / Anamely Ramos González).

En una ola de actividades para continuar la manifestación pacífica que exige la liberación del rapero contestatario Denis Solís, el Movimiento San Isidro convoca al pueblo cubano a manifestar en su sede con la lectura de poesías, entonación de canciones y cualquier acto creativo.

“Únanse a la lucha por La Vida, La Paz y la Libertad”, se lee en la cuenta oficial del Twitter del grupo independiente de arte.

Un grupo de jóvenes realizó este miércoles una vigilia poética frente a la Iglesia San Francisco de Paula, luego que agentes de la Seguridad del Estado les impidieran entrar a la sede del Movimiento San Isidro, en La Habana Vieja. El gobierno cubano también ha bloqueado un intento de reunión de la Embajada estadounidense con integrantes del movimiento.

Your browser doesn’t support HTML5

Poesía en apoyo al MSI

Las protestas y las manifestaciones pacíficas del MSI comenzaron hace dos semanas cuando el régimen condenó al rapero contestatario por “desacato” a 8 meses de prisión. En respuesta a esta medida, el grupo opositor comenzó en La Habana una serie de actividades como la lectura de poesía para exigir la liberación de Solís.

Hace una semana, algunos miembros del movimiento decidieron comenzar una huelga de hambre exigiendo no solo la liberación del rapero, sino la eliminación de las tiendas por dólar.

El grupo ha recibido el apoyo de cubanos alrededor del mundo quienes de manera pacífica han manifestado frente a embajadas u organismos de derechos humanos. También varios artistas se han unido de manera cibernética para leer poesía.

El grupo recibió el apoyo de cubanos en la isla el domingo pasado cuando convocó a los ciudadanos a alzar su voz en las calles, actividad que no pudo llevarse a cabo debido al acoso de la Seguridad del Estado. Hubo detenciones y agresiones a periodistas de medios internacionales, como Reuter's. Estos actos violentos fueron denunciados por Estados Unidos y Amnistía Internacional, entre otros.