Martin Dihigo (nieto) invitado especial de Radio y TV Martí

El muchacho de cara perfilada, hablar pausado y bastante parecido físico a su famoso antecesor con sus 23 años cumplidos mantiene vivas sus esperanzas de escalar los difíciles picachos de las Grandes Ligas para tratar de cumplir ante el impresionante legado deportivo del abuelo.

Martín Dihigo estuvo presente como invitado especial en la transmisión especial de radio y televisión Martí hacia Cuba, del memorable sexto partido de la Serie Mundial entre Cardenales de San Luis y Vigilantes de Texas que clasifica por meritos propios como entre uno de los más emotivos en la historia de estos clásicos de otoño.

Por supuesto este Martín Dihigo es familiar cercano del legendario pelotero cubano del mismo nombre que se encuentra en varios salones de la fama y ocupa un sitial de honor dentro del máximo panteón deportivo del béisbol mundial de todos los tiempos, el hombre a quien llamaron “El inmortal” y, “El maestro”, en México, capaz de jugar con inusual habilidad las nueve posiciones del béisbol.

El muchacho de cara perfilada, hablar pausado y bastante parecido físico a su famoso antecesor, que se nota desenvuelto ante las cámaras y micrófonos de radio y televisión Martí, es nieto de aquel estelar del béisbol y con sus 23 años cumplidos mantiene vivas sus esperanzas de escalar los difíciles picachos de las Grandes Ligas para tratar de cumplir ante el impresionante legado deportivo del abuelo.

“Creo que los dos equipos han jugado una gran pelota, pero la balanza se inclina por San Luis, debido a la garra mostrada, sobre todo al ganarle la plaza de wild card a los Bravos de Atlanta cuando nadie lo pronosticaba, dijo de un tirón Martin Dihigo nieto y mira con seguridad a los dos comentaristas.

Dihigo nieto le responde a Edemio Navas, el otro conductor de la transmisión, que comenzó a jugar pelota a los nueve años en la posición de lanzador y luego cambió hacia el cuadro y los jardines.

“Me gusta batear”, dijo sencillamente y mira a sus dos compañeros en el set de televisión y muy en particular al redactor, quien lo observa detenidamente y piensa que el muchacho puede tener condiciones, pero debe esforzarse más en el entrenamiento, correr mucho para que alcance una buena preparación física y sobre todo tratar de convertirse en un bateador de contacto que sea útil a su equipo siempre con su bateo oportuno, algo que el padre del muchacho ya le dijo y no vale la pena repetirlo en alta voz.

Martin analiza a los lanzadores de ambos equipos por una pregunta de Navas y asegura que el equipo con una mejor respuesta de sus lanzadores relevistas tiene un porcentaje de la pelea ganada. El redactor vuelve a mirar al muchacho lo observa tan desenvuelto y se imagina la presión tan grande que tiene en su vida deportiva como jugador al llevar un nombre como el que lleva.

Es seguro que este muchacho siempre estará bajo la lupa de todos los que conoce, quienes esperan transmita parte de la calidad deportiva del abuelo.

Al redactor le gustaría decirle que lo más importante es respetar la historia beisbolera del abuelo que resulta importante, pero lo más vital es que siempre lo realice bajo su propia personalidad y ocurra lo que ocurra mantenga una actitud de lucha frente a la vida bajo el principio de estudiar y trabajar duro, dos recetas que siempre arrojan buenos resultados, pero prefiere callar porque no tiene dudas de que el padre de este muchacho ya se lo dijo en alguna conversación.

Cardenales comete errores tremendos en el fildeo y todo parece indicar que Texas ganará la serie mundial tal y como vaticinó este redactor contra las predicciones de Navas y del propio Martin, quien mira a la cámara y afirma que en el béisbol no hay nada seguro hasta el ultimo out.

Llegamos al noveno inning y Dihigo nieto cada vez se ve más seguro en sus apreciaciones y el redactor recuerda que el viejo Dihigo fue uno de los primeros peloteros profesionales en Cuba que comenzó a dar sus valiosas opiniones en la radio y aquello fue una pelea tremenda porque los locutores de la época se opusieron al no ser" El Inmortal" graduado de periodismo.

El viejo Dihigo se lanzó a la pelea al presentarse a un examen que aprobó y así inició sus andares radiales en la Cadena Oriental. Ya antes incursionó en la prensa escrita con el suplemento América Deportiva del periódico Hoy, pero eso es pasado.

La divagación del redactor termina cuando las cosas le salen mal a Vigilantes y su mejor carta de triunfo en la lomita, el dominicano Neftalí Feliz permitió el triple impulsador de dos carreras de David Freese en la novena entrada con dos "outs" en la pizarra con la cuenta de 3 bolas y dos strikes para empatar a siete carreras.

Vigilantes siguió sus apuros y con Scott Feldman en el box, quien permitió un imparable impulsador de Lance Berkman en la décima entrada, dejó que el partido volviera a igualarse esta vez a nueve anotaciones con dos outs y 3 y 2 de conteo.

Luego llegó el jonrón de Freese que terminó el choque en el décimo primer episodio, lo cual forzó al séptimo y definitivo desafío con lo que concluyó la transmisión de radio y televisión Martí.

A Dihigo nieto le brillan los ojos por la alegría de comentar su primer juego de pelota en la televisión, sobre todo por la calidad y emociones a borbotones que brindó el sexto partido de esta finalizada serie mundial.

“Me gustaría alguna vez ser parte de un juego así en mi vida de pelotero”, dijo antes de volver al aire. Se recompuso y afirmó que después de este juego resultaba de manera evidente que San Luis ganaría la serie.

El otro comentarista, en el fondo sabía que tanto Navas como el Dihigo nieto tenían razón, pero su argumento de la voluntad de los tejanos en volver a una serie mundial y que Texas nunca perdió dos juegos seguidos y lo más importante su proverbial terquedad lo mantuvo incólume de pronosticar que el séptimo seria para Texas y apostó un almuerzo con el buen Navas de que ganarían los de la estrella solitarias con mirada retadora para el joven Dihigo, quien de manera sabia y educada desvió la vista.

Lo otro ya es historia, el equipo de Ron Washington no pudo recuperarse de tener dos veces la victoria a un strike y perdieron la serie mundial. El comentarista perdió su apuesta. Ese mismo día de la derrota recibió una llamada de Dihigo nieto.

-Hola, dijo el redactor.

-Tremendo juego, le respondió la voz juvenil, quien acto seguido dijo

- Viste papi, ganó San Luis.