Un madre cubana y sus dos hijos de 7 y 10 años se encuentran retenidos en México desde el 21 de septiembre después de un viaje de casi un mes por siete países tratando de llegar a Estados Unidos.
En una conversación con El Nuevo Herald, Dianelis Xamora Roamos, de 30 años, dijo estar en la estación migratoria de Tenosquipe, Tabasco, en el sureste del país, junto a su pareja actual y otros ocho cubanos.
Dianelis salió de Cuba el 21 de agosto en un vuelo hacia Ecuador, y desde allí se trasladaron hasta Colombia y atravesaron toda América Central siguiendo una “ruta” ya conocida por otros inmigrantes que han hecho el mismo trayecto.
Tal y como afirma en este diario, “no pagamos a ningún coyote pero gastamos mucho en buses y otras cosas. También tuvimos que pagar una lancha para pasar de Colombia a Panamá”, lo que suele costar hasta 650 dólares ya que los patrones elevan los precios para aquellos que carecen de documentación.
Aunque afirma que la atención en el centro de inmigrantes no es mala, lo compara con una prisión en la que "no hay área para que los niños jueguen”.
Esta cubana, que actualmente no tenía trabajo en la isla, se dedicaba a la venta de ropa que compraba en Ecuador para poder subsistir, pero las nuevas normas aduaneras que limitan el número de objetos y prendas que se pueden introducir por vía aérea, así como las restricciones para vender ropa por cuenta propia, terminaron por llevarla a buscar otro futuro.
Afirma en El Nuevo Herald que el padre natural de sus hijos tampoco tenía recursos para mantener a la familia, y que contó con su aprobación para salir del país después de vender todas sus pertenencias y su casa en La Habana. Por eso señala que si fuera deportada sería “como quitarle la vida”.
Dianelis se encuentra a la espera de que la trasladen a la estación de Acayucan, Veracruz y su intención es poder seguir camino hacia Estados Unidos, donde está su madre, residente en West Palm Beach, Florida, desde hace dos meses, también sin trabajo.