Lukashenko rechaza nuevas elecciones en Bielorrusia: “Ni muerto lo permitiré”

Alexander Lukashenko y Miguel Díaz-Canel en Minsk en octubre de 2019. Sergei Grits/Pool via REUTERS

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, afirmó este domingo en Minsk que "ni muerto" permitirá la entrega del país y rechazó la posibilidad de nuevas elecciones.

Así se pronunció en el primer mitin en su apoyo desde el estallido de la ola de protestas populares que sacuden al país desde hace ocho días.

Partidarios de Lukashenko durante acto gubernamental en Minsk (Reuters/Vasily Fedosenko)

“Hemos construido un bello país, con sus dificultades y desperfectos. ¿A quién quieren entregarlo? Si alguien quiere entregar el país, ni muerto lo permitiré”, dijo Lukashenko, citado por la agencia bielorrusa Belta, desde la tribuna instalada en la plaza de la Independencia.

Varios miles de personas, muchas con banderas bielorrusas, se congregaron en la plaza situada frente al Casa del Gobierno para darle apoyo. Pero medios opositores indicaron que muchos de los asistentes al mitin oficialista fueron trasladados a Minsk en autobuses contratados por las autoridades, y que no hay respaldo popular por Lukashenko, a quien acusan de fraude en las recientes elecciones.

“Queridos amigos, los he llamado no para que me defiendan, aunque también... Ustedes han venido para que por primera vez en un cuarto de siglo defendamos a nuestro país, nuestras familias, nuestras esposas y hermanas, nuestros hijos”, dijo Lukashenko.

El mandatario bielorruso, en el poder hace 26 años, y que según la Comisión Electoral Central del país fue reelegido el pasado día 9 con poco más del 80% de los votos, rechazó de plano la posibilidad de la celebración de nuevas elecciones presidenciales.

“Hay tanques y aviones a 15 minutos de vuelo de nuestras frontera. La tropas de la OTAN hacen rechinar las orugas de los tanques junto a nuestra puerta. Lituania. Letonia, Polonia y, lamentablemente, nuestra querida Ucrania nos ordenan celebrar nueva elecciones. Si aceptamos, caeremos en picado”, advirtió.

Lukashenko subrayó que la repetición de las elecciones presidenciales supondría la “muerte de Bielorrusia como Estado y como nación”.

“Nos proponen un nuevo gobierno; ya lo han formado en el extranjero, ya son dos, no se ponen de acuerdo en quién va a gobernarnos. No necesitamos un gobierno del exterior, necesitamos nuestro gobierno y nosotros lo vamos a elegir”, enfatizó.

En paralelo, en una multitudinaria manifestación, “¡Véte!”, coreaban los opositores en alusión al jefe del Estado, mientras desfilaban a lo largo de la avenida de la Independencia en una “Marcha por la libertad”.

La manifestación de este domingo es una de las mayores hasta la fecha en desafío a Lukashenko, quien calificó a los manifestantes de “ovejas” y criminales controlados por el extranjero.

Tras los comicios, cientos de miles de personas salieron a la calle para denunciar el resultado y apoyar a la principal candidata opositora, Svetlana Tijanóvskaya, de 37 años y nueva en política.

Miembros de la élite bielorrusa se han unido a las protestas: periodistas de la televisión pública, habitualmente a las órdenes del gobierno, investigadores y hombres de negocios, pero también un ex ministro de Cultura, Pavel Latushko.

En un video, el embajador ruso en Eslovaquia, Igor Leshchenya, dijo estar “conmocionado por los testimonios de tortura” y expresó su solidaridad con los manifestantes.

Las protestas que siguieron a las elecciones fueron violentamente reprimidas, con más de 6.700 personas detenidas, cientos de heridos y dos muertos. El fin de semana se organizaron homenajes a los manifestantes muertos en Minsk y en Gomel.

Desde el jueves, en reacción a la represión, la movilización se extendió: cadenas humanas y concentraciones de oposición emergieron por todo el país, mientras que trabajadores de fábricas emblemáticas lanzaron acciones de solidaridad.

Estas grandes manifestaciones se desarrollaron sin detenciones, después de que las autoridades parecieran dar señales de retroceder tras críticas occidentales y anunciaron la liberación de más de 2.000 personas.