Los 12 niños tailandeses y su entrenador, fuera de la cueva

El último niño y el entrenador del equipo juvenil de fútbol Wild Boars fueron extraidos este martes 10 de julio de una cueva inundada en Tailandia.

Concluye con éxito total el rescate de los miembros del equipo juvenil de fútbol Wild Boars, que quedaron atrapados por la inundación de la cueva Tram Luang el 23 de junio.

Los 12 niños miembros de un equipo juvenil de fútbol y su entrenador, que atrapados durante más de dos semanas en el interior de una cueva en Tailandia han sido rescatados, aseguró el martes una unidad de fuerzas especiales SEAL de la armada tailandesa, un exitoso final para una riesgosa misión que ha captado la atención mundial.

"Los 12 miembros de Wild Boars y el entrenador han salido de la cueva y están a salvo", dijo la unidad SEAL de la marina tailandesa en su página oficial de Facebook.

El rescate se produjo a través de una claustrofóbica red de túneles que en algunos lugares están completamente llenos de agua.

“Serán extraídos hoy", había prometido dijo el jefe de la operación de rescate Narongsak Osottanakorn, a los periodistas el martes por la mañana.

El esperado capítulo final de un drama que ha tocados los corazones de millones tuvo lugar después que el domingo y el lunes buzos extranjeros de élite y miembros de la marina tailandesa escoltaran a ocho miembros del equipo "Wild Boars", a través de un largo y accidentado trayecto, con pasajes estrechos y piedras filosas, fuera de la cueva Tham Luang, cerca de la frontera norte con Laos y Myanmar.

Los rescatados son conducidos a un hospital para un chequeo médico. Aunque parecen estar en buen estado de salud, se les harán pruebas, incluidas algunas en busca de histoplasmosis, una enfermedad de las cuevas que causa un hongo presente en las excretas de murciélagos y aves.

Después del último niño y el entrenador debían salir de la caverna tres miembros de las fuerzas especiales SEAL de la marina tailandesa y un médico, que habían permanecido con ellos varios días

Los 12 menores, de entre 11 y 16 años, y su coach, se aventuraron en la cueva el 23 de junio después de una práctica de fútbol, y quedaron atrapados en el interior cuando las fuertes lluvias filtradas a través de la piedra caliza causaron inundaciones que los dejaron atrapados en un promontorio fangoso.

Pasaron nueve angustiosos días atrapados en la oscuridad hasta que dos buzos británicos los encontraron.

Las autoridades se esforzaron por idear un plan seguro para sacarlos, barajando ideas tales como perforar agujeros en la montaña o esperar hasta que las lluvias del monzón terminaran y pudieran salir.

Con los niveles de oxígeno en su bolsón de aire cayendo a niveles peligrosos y la inundación total del sistema de cuevas, los rescatistas siguieron adelante con la opción de enviar buzos a escoltarlos a través del laberinto sumergido.

Los altibajos de la operación de rescate han hechizado a Tailandia y también a una audiencia mundial, atrayendo el apoyo de celebridades tan variadas como el presidente de EE. UU. Donald Trump, la estrella del fútbol Lionel Messi y el multimillonario de la tecnología Elon Musk.

La salida del segundo grupo de cuatro niños el lunes por la noche fue saludada con un "Hooyah" militar por el equipo de SEALs en su página de Facebook, una exclamación que iluminó las redes sociales tailandesas.

Los informes médicos positivos sobre el grupo de rescatados impulsaron la sensación de alegría y optimismo.

La ruta de escape fue un desafío incluso para buzos experimentados. Los niños no tenían experiencia previa de buceo por lo que los rescatistas los entrenaron para usar una máscara y respirar bajo el agua a través de un tanque de oxígeno o aqualung.

Uno de los temores era que entraran en pánico al intentar nadar bajo el agua, incluso con un buzo escoltándoles.

Aunque no se han reportado complicaciones importantes durante los rescates, la muerte de un ex buzo de los SEALs de la Marina tailandesa, el Sargento Mayor Saman Gunan, quien se quedó sin oxígeno en una zona inundada de la cueva el viernes, subrayó los peligros del viaje.

"No alcanzo a entender lo serenos que son estos niños. Al pensar cómo se han mantenido en una pequeña cueva por dos semanas, sin haber visto a sus madres", dijo a la BBC Ivan Karadzic, quien dirige un negocio de buceo en Tailandia y ha estado involucrado en la misión de rescate.

"Son niños extraordinariamente fuertes. Es casi Increíble", agregó Karadzic.

[Con información de Reuters, AP y redes sociales]