La velocidad al caminar predice riesgo de demencia

Más de 2-mil-400 hombres y mujeres con una edad promedio de 62 años fueron sometidos a pruebas de velocidad al caminar, fuerza de agarre y funciones cognitivas

Qué tan rápido camina una persona y qué tan fuerte puede apretar el puño pueden ser dos indicadores del riesgo que tendrá en el futuro de desarrollar demencia y enfermedad cerebrovascular.

Esta es la conclusión de un estudio presentado en la conferencia anual de la Academia Estadounidense de Neurología que se celebra en Nueva Orleans, Estados Unidos.

Según los investigadores del Centro Médico de Boston, los hallazgos plantean cuestiones importantes sobre estos vínculos y en el futuro se podrán llevar a cabo esas pruebas sencillas en la clínica para observar el riesgo de estas dos enfermedades.

En la nueva investigación, más de 2-mil-400 hombres y mujeres con una edad promedio de 62 años fueron sometidos a pruebas de velocidad al caminar, fuerza de agarre y funciones cognitivas. También se llevaron a cabo escáneres cerebrales de los participantes.

Durante el período del estudio de 11 años, 34 personas desarrollaron demencia y 70 tuvieron enfermedad cerebrovascular.

Cuando se analizaron los resultados con las pruebas iniciales se encontró que aquellos que caminaban más lentamente mostraron un mayor riesgo de demencia.

Y los que tenían menos fuerza de agarre mostraron más riesgo de enfermedad cerebrovascular.

Según la doctora Anne Corbett, de la organización Alzheimer's Society, "antes de que empecemos a evaluar la fuerza de un saludo de manos o la velocidad con que se cruza la calle, es necesario llevar a cabo más estudios para entender porqué se presenta el vínculo y si hay otros factores involucrados".