Alejandro Ríos, una mirada indiscreta al totalitarismo cubano

Alejandro Ríos. Foto Cortesía Pedro Portal.

El libro de Ríos se presentará el sábado 18 de noviembre a la 1:15 p.m. en el Edificio 8, salón 8503 del Campus Wolfson, durante el desarrollo del Programa Iberoamericano de la Feria del Libro de Miami.

El crítico cinematográfico y periodista cultural Alejandro Ríos presenta La mirada indiscreta, una compilación de sus columnas sobre temas culturales, políticos y sociales publicada por la editorial Hypermedia como parte del Programa Iberoamericano de la Feria del Libro de Miami.

Alejandro, hombre de fácil y amena conversación, es un acucioso investigador, amante y promotor del cine cubano, lo que se evidencia en el exitoso programa que conduce en el Canal 41 de AméricaTevé bajo el mismo nombre del libro que ahora presenta.

Durante 25 años, Ríos además ha desempeñado responsabilidades en la Feria del Libro de Miami, del Miami Dade College, como miembro prominente del Programa de Autores Iberoamericanos.

La Mirada Indiscreta (Hypermedia) será presentado en la 34 edición de la Feria del Libro de Miami.

A propósito de su participación en esta edición de la Feria donde se presenta por primera vez como autor, Ríos ha concedido esta entrevista a Martí Noticias.

¿Es este su primer libro publicado? ¿Qué siente?

Una emoción similar a cuando vi mi primer artículo aparecido en una revista, solo que ahora corregida y aumentada. He sido invitado a participar en otros libros pero no es lo mismo. Esperé, pacientemente, para presentar una obra que valiera la pena y creo que lo logré aunque la última palabra le pertenece al insospechado lector que, de alguna manera, ya ha tenido acceso a los textos de modo aislado mediante El Nuevo Herald. En La Mirada Indiscreta (libro), las columnas integran un cuerpo de periodismo muy personal, que quiere ser literario. Por lo pronto, sé que tiene páginas tan sentidas y personales que hacen llorar y sonreír a mi familia. A mí también, por cierto.

¿Qué periodo de tiempo abarcan las crónicas que publica en su libro?

Abarcan un total de diez años desde el 2007, cuando comencé a publicar regularmente una columna semanal en El Nuevo Herald. Es una aventura fascinante y la retribución sentimental sumamente valiosa. Lectores que me dicen, conozco a tu familia y lo que piensas sobre Cuba y coincido en muchos casos, es la mayor de las satisfacciones.

¿No tiene la sensación de que en Cuba nada cambia, que una crónica escrita hace 20 años pudiera tener a veces la misma vigencia de una escrita en la mañana?

Ahora que mencionas esa circunstancia y revisando, para la edición las numerosas columnas que suman más de 700 páginas me llamó la atención la vigencia del mal endémico que aqueja a la nación sometida al castrismo. La inoperancia del régimen, la fuga de su juventud, la anulación de su intelectualidad, la censura, la represión, la falta de esperanza, la inmovilidad, es la isla que se repite, y vale la pena relatar cada ángulo para hacernos entender ante una parte del mundo que se hace cómplice o prefiere no escuchar.

¿Es usted un hombre indiscreto dado el título de su libro y de su programa de televisión?

Ciertamente me considero una persona discreta en el orden personal, pero indiscreto cuando se trata de revelar los entresijos que el totalitarismo prefiere mantener a raya. Tanto el programa de televisión, que también cuenta con 10 años y 500 emisiones al aire, como el libro homónimo, tienen la vocación de contribuir a la revelación de lo prohibido. La internacionalización del drama cubano se revierte en ciertos actos de justicia. Me gusta traer a colación el ejemplo de cuando el régimen intentó clausurar la productora Televisión Serrana, a la cual se deben algunos de los mejores documentales cubanos de los últimos 25 años, debido a su acendrada crítica de los males que aquejan al campesinado de la Sierra Maestra. Un distinguido director de ese grupo me hizo saber que las columnas y espacios de La Mirada Indiscreta, que he dedicado a la Televisión Serrana, ayudaron a una reconsideración sobre su cierre eventual.

¿Cómo hace para que le alcance el tiempo con tantas actividades profesionales, la escritura y la familia?

Se lo he dicho a mis hijos, traten de trabajar en lo que disfruten y de tal modo también les alcanzará el tiempo. La ética laboral se forma en el hogar. Cuando nos despertábamos para ir a la escuela ya mi padre se había ido para la imprenta, no falló un día de su vida. Luego los fines de semana nos llevaba a la playa y a muchos otros lugares para pasarla bien en familia. Esa es mi influencia.

Si te gusta tu trabajo y tienes tres, la felicidad se triplica. La inspiración no te puede sorprender acostado mirando las musarañas y si la suerte te acompaña hay que ayudarla. Tiene que haber un plan, flexible por supuesto, y una rutina. Nunca perder el ansia de saber, para que cada amanecer se vuelva una nueva experiencia, es una dicha.

¿Es optimista respecto a un futuro de libertad para Cuba?

Yo que soy un optimista raigal en casi todas las esferas de la vida, no puedo decir lo mismo con respecto a mi país. Ya vemos como se enquista ese engendro de sistema, cruel e inoperativo, y luego hace metástasis perfecta en Venezuela. El timbirichismo del cuentapropismo es una suerte de espejismo. Hay que liberar plenamente la iniciativa individual y los vejetes que detentan el poder junto a las nuevas y oportunistas generaciones castristas, no lo van a permitir. El reciente derrumbe donde perdió la vida un joven de 17 años y los bomberos llegaron ya maltrechos, sin mucho ánimo de rescate, es una metáfora del encanallamiento y la insolidaridad que asola el país.

El libro de Ríos se presentará el sábado 18 de noviembre a la 1:15 p.m. en el Edificio 8, salón 8503 del Campus Wolfson, durante el desarrollo del Programa Iberoamericano de la Feria del Libro de Miami.