La era del espacio, una nueva etapa

El SpaceX Falcon es lanzado desde el Pad 39A en el Centro Espacial Kennedy en Florida, el 6 de febrero de 2018.

El 21 de Julio del año 2011 a las 5:57 a. m. aterrizó en el Centro Espacial Kennedy en el estado de la Florida, el transbordador Atlantis, dando así fin al programa de los transbordadores de la Administración de Aeronáutica y del Espacio (NASA).

Ese último viaje del Atlantis, fue un viaje extra autorizado por el presidente Barack Obama, para llevar material adicional a la Estación Espacial Internacional. Atlantis, sin embargo, fue la única nave de su tipo que no fue construida para acoplarse a la Estación Espacial o sea, solo podía “parquearse” al lado de ella.

Durante esta última misión Atlantis circunvaló la Tierra 4848 veces, recorriendo 126 millones de millas en el espacio igual a mas de 525 veces la distancia de la Tierra a la luna.

Desde pequeño me interesó el espacio y basado en los conocimientos limitados que teníamos entonces de nuestro sistema solar y lo poco que sabíamos de otros horizontes más allá de nuestro vecindario sideral, seguíamos las imaginarias aventuras de Buck Rogers en el Siglo XXV, Roldán el Temerario en su planeta Mongo y Brick Brackford y su trompo del tiempo.

En el colegio nos enseñaban el orden de los planetas de nuestro sistema de acuerdo a su proximidad a nuestro sol y así, Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón era una seguidilla que todos conocíamos ya en 5º grado. La Vía Láctea y las constelaciones era algo que mencionábamos pero evitábamos penetrar mucho.

El paisaje comenzó a cambiar con los poderosos telescopios oculares y luego los electrónicos y la primera víctima de nuestra sabiduría de adolescentes fue el pequeño planeta Plutón. Mike Brown, profesor de astronomía de Caltech University, descubrió que Plutón no es más que uno de los miles de objetos similares cruzando el Cinturón de Kuiper, una región de nuestro sistema solar que se encuentra “detrás” de Neptuno. Eso hizo que Plutón pasara a ser clasificado como un “planeta enano’ y perdiera su posición como planeta al final de nuestra seguidilla aprendida de 9 planetas. En el vernáculo nuestro post insurreccional, a Plutón lo siquitrillaron.

En abril 24 de 1990, el telescopio Hubble fue puesto en órbita por el transbordador Discovery y un nuevo universo, millones de veces más amplio y complejo que el que conocíamos, se abrió a nuestra vista, a nuestra mente y a nuestra curiosidad. Algunas cosas eran como las habíamos imaginado, otras no lo eran y la mayoría de lo que veíamos no las habíamos imaginado.

Los teólogos volvieron a hacer juegos malabares con los dogmas y a adaptar su vieja verdad a la nueva realidad, incrementando el alcance de la creación mas allá de lo que antes era divino e infalible. Pobre Galileo que no alcanzó el Hubble.

Por cierto, el telescopio fue nombrado por el astrónomo Edwin Hubble, quien confirmó la existencia de otras galaxias aparte de nuestra Vía Láctea.

Pero la Estación Espacial Internacional sigue en órbita y creciendo. Como su nombre lo indica, es un esfuerzo conjunto de varios países y el principal medio de abastecimiento de personal y material eran los transbordadores de la NASA, que como dijimos cesaron su operación. ¿Cómo se está abasteciendo la estación y como se intentará llegar a otros ámbitos siderales aún más lejanos y que requieren una logística más compleja?

Por el momento se usarán naves propulsadas por cohetes rusos con la participación de otros países que apoyarán el esfuerzo con participación de la empresa privada que está tomando el rol que ha desempeñado la NASA y supliendo los vehículos y logística necesaria para transportar pasajeros y carga útil a la Estación Espacial y se espera que en el futuro, a la luna de nuevo y a otros cuerpos celestes que están en los planes de visita de nuestra siempre curiosa especie.

Pero ¿podrá el genio empresarial crear las condiciones para poder sufragar los gastos de esa enorme operación? Veamos. En estos momentos el costo de cada libra de carga que llega a la Estación es de US $10,000.00. Esto hace que la libra de café Pilón cueste ese dinero, sin contar lo que pagamos por ella en la tienda, antes de que los astronautas puedan tomar su cortadito. Piensen cual es el costo de poner el trasbordador con toda su ferretería, la carga que lleva y los astronautas, todo a US $10 mil la libra.

Ese es el costo que ha pagado la NASA, aunque realmente los que fabrican todos los vehículos y equipos son empresas privadas como Boing y Lockheed-Martin, contratadas por NASA. Ahora bien, esas empresas no están en el negocio de correr riesgos económicos, ellos hacen sus cachivaches, se los venden a NASA con una ganancia y llevan el dinero para su cuenta.

¿Hay empresas que se interesen en entrar en el negocio de trasladar material y personal al espacio por su cuenta y hacerlo basado en las posibles ganancias de una operación como esa?

Sí las hay, más de 30 en este momento, la mayoría están en etapas preliminares de desarrollo y algunas en una fase incipiente. Casi todas son de Estados Unidos aunque algunos de sus socios principales sean de otros países. También hay compañías japonesas, pero entre esas empresas hay 3 que ya están adelantadas, bien financiadas y que ya han puesto naves en el espacio. Esas compañías son Virgin Galactic, Bigelow Blue Origin y SpaceX y vamos a hablar de ellas.

Hay otra empresa fundada por el fallecido Paul Allen, fundador de Microsoft, que planea lanzar los cohetes desde un avión que fabricó y que ya ha hecho vuelos pero ese tema lo dejaremos para otro artículo.

Las tres primeras compañías que mencionamos se han concentrado primero en llevar pasajeros al espacio y cobrar por el traslado vendiendo la experiencia como un viaje turístico en esta etapa, que es lo que realmente es. El precio del billete es lo bastante caro como para comenzar a sufragar la operación de las siguientes etapas de llevar carga útil.

Virgin Galactic es la creación de Sir Richard Branson, inglés, cabeza del grupo empresarial Virgin, propietario de la aerolínea Virgin Atlantic y armado caballero por la Reina Isabel por lo que nos referimos a él como Sir.

Branson suministró el capital y se asoció con Elbert Rutan, un ingeniero aeroespacial conocido por su originalidad, diseñando aviones que son eficientes, ligeros, fuertes y de aspecto poco común. El se hizo famoso por diseñar el Voyager que fue el primer aeroplano que voló alrededor del globo terráqueo sin parar y sin abastecerse de combustible. Rutan tiene 5 aviones en la exhibición del Museo Nacional Aéreo y del Espacio.

Rutan diseñó el avión de Virgin SpaceShipOne que ganó el premio Ansari-X de $25 Millones por ser el primer avión privado que pudo viajar al espacio en dos ocasiones en el transcurso de 2 semanas.

Virgin Galactic planea enviar su “avión madre” llamado WhiteKnightTwo que llevará en la parte inferior de su fuselaje al ya probado SpaceShipOne, con capacidad para 6 pasajeros y 2 pilotos y lo soltará a 50,000 pies de altura donde un cohete impulsor lo pondrá en el espacio. Los pasajeros experimentarán las sensaciones del vuelo espacial.

El costo del viaje, que solo estará unos minutos en el espacio es de US $200, 000.00 con un depósito, no reembolsable de US $20,000.00. Ya tienen más de US $30 millones en depósito y se espera que los viajes comiencen a finales del 2012 ó en el 2013.

Bigelow Aerospace fue fundada y es dirigida por Robert Bigelow, dueño de los hoteles Budget Suites Of America. Bigelow ha comprometido US$500 millones de su fortuna para financiar el proyecto.

El vehículo que está construyendo Bigelow, es una nave habitable que se puede expandir en tamaño de acuerdo a las necesidades de capacidad de cada misión. Se ha denominado BA 330. En la nave podrán viajar no solo los astronautas, sino que podrá albergar laboratorios y plantas para manufacturar equipos especiales y viajará a una altitud de 217 a 280 millas sobre la superficie de la Tierra, alrededor de la misma altitud de la estación espacial.

La nave típica tiene una capacidad de 6 pasajeros pero depende del tamaño que se use en cada caso. Dos BA 330 estarán listas para ser lanzadas en el 2014. El costo del pasaje es de US $28.75 Millones por una travesía de 30 días.

Blue Origin fue fundada por Jeff Bezos quien es a su vez el fundador y principal accionista y ejecutivo de Amazon.com, la organización de ventas más grande y más antigua a través de Internet.

Y aquí hay una conexión cubana (¿podría faltar la conexión cubana?). Jeff Bezos es hijo de Miguel (Mike) Bezos, ingeniero petrolero cubano que vino de Cuba con 15 años a través de la Operación Pedro Pan con otros 15 mil niños cubanos. Pero eso es para otra crónica, hoy hablaremos de Blue Origin.

La nave de Blue Origin se llama New Shepard y despegará verticalmente para luego volar en una trayectoria curva 75 millas sobre la superficie terráquea. Llevaría 3 pasajeros y aunque aún no se ha determinado el precio del pasaje los vuelos pudieran comenzar a fines del 2012 ó en el 2013 conteniendo material experimental.

Como hemos visto, ninguna de estas empresas está lista para hacer el trabajo de los trasbordadores pero van por muy buen camino y aunque hasta ahora están pensando en pasajeros mayormente, recordemos que así también comenzó la aviación comercial. El costo de US $10,000.00 por libra de la NASA puede ser reducido en este momento a US $1,000.00 y el visionario de Jeff Bezos dice que un costo de US $100.00 puede ser obtenido en un futuro bastante cercano.

La cuarta empresa que mencionamos, Space X si está activa llevando equipo y material a la Estación Espacial. Space X pertenece a Elon Musk, fundador de Tesla, la compañía fabricante de automóviles eléctricos.

Space X ha desarrollado un sistema por el cual puede reusar los cohetes de primera fase del lanzamiento los cuales regresan a tierra en buen estado listos para el próximo lanzamiento. Eso ha ahorrado una cantidad sustancial de dinero y hecho factible estas operaciones de un modo más económico.

Space X ha construido su última versión de cohete con el vehículo más poderoso desde el Saturno V que utilizó NASA en los viajes a la luna. Ya ese cohete hizo un lanzamiento exitoso de prueba con destino a Marte.

El siempre excéntrico Musk puso a bordo de ese cohete, como “carga útil”, su auto deportivo Tesla con rumbo a Marte.

Aunque hace más de 50 años que viajamos a nuestra luna y no hemos regresado, hay planes para visitar otros cuerpos celestes en nuestro sistema solar y estos esfuerzos empresariales y tecnológicos son el basamento para esas exploraciones.

En 1976 la nave robot Viking nos reveló un frígido planeta Marte sin señales de vida, lo cual desencantó a los investigadores. Pero desde entonces los científicos han cambiado su modo de pensar en cuanto al planeta rojo, después de más estudios llegaron a tres conclusiones: Marte era más caliente y húmedo en el pasado, los microbios pueden sobrevivir casi dondequiera, siendo casi imposibles de erradicar y asteroides de la Tierra han impactado a Marte y viceversa por billones de años.

Citaremos de nuevo a Mike Brown, el hombre que degradó a Plutón, que dijo “Imagínense esto: En el pasado distante, una roca de la Tierra conteniendo microbios aterrizó en un húmedo y tibio Marte. Sus descendientes siguen allí hasta hoy, resguardados en nichos y sobreviviendo en un Marte que es inhabitable en otras áreas. O inmagínense esto: Microbios de Marte llegaron de la misma forma a una Tierra en una temprana era y los descendientes de esos microbios están todavía aquí. Y somos nosotros”.