La subsecretaria de Estado para América Latina, Roberta Jacobson valora las relaciones de los Estados Unidos con diferentes países de la región.
La subsecretaria de Estado para América Latina, Roberta Jacobson puede ser la primera alta funcionaria de una Administración norteamericana que observa cambios positivos en Cuba, destacó el periódico español El País, en una entrevista a la diplomática publicada este viernes.
“No cambios políticos, no los que se requieren para el levantamiento del embargo – aclaró - pero sí cambios que apuntan hacia la apertura del sistema económico y la modernización del país.” “Cuba ha sufrido económicamente por años. El sistema no funcionó, y ahora ellos están lentamente abriendo el sistema para reflejar el mundo global, el mundo moderno.”
Para Jacobson aún no está claro como la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez afectará la situación cubana, pero se mostró esperanzada ante los cambios económicos con miras al futuro de la nación: “la posibilidad de empezar un comercio, una empresa, de vender la casa o el automóvil”.
Interrogada sobre la posición norteamericana sobre las próximas elecciones en Venezuela, manifestó el deseo de un proceso electoral “limpio y transparente (…) unas elecciones democráticas en las que todos los venezolanos puedan decidir su futuro.”
Interrogada sobre si el levantamiento del embargo aceleraría los cambios en la isla, respondió que “la ley del embargo dice que para levantarlo son necesarios cambios políticos. No hay partidos políticos ni prensa libre. Tenemos que ver algo grande y algo distinto para cambiar esa ley, y le corresponde hacerlo al Congreso”.
Por otra parte, subsecretaria de Estado celebró el modo en que se han iniciado las relaciones con el gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto y acotó que Estados Unidos quiere concentrar sus relaciones en México “en lo económico, además de la seguridad”, como un modo de incrementar la competitividad en la región y en América del Norte.
A pesar de que lamentó el nivel de violencia en la tierra azteca, expresó su confianza en que el país podría consolidarse como una potencia económica. Según la diplomática los asuntos domésticos norteamericanos que darían nuevos aires a su política exterior serían “la reforma migratoria, que puede ser aprobada este año y el control de las armas”.
En cuanto a las negociaciones de paz del gobierno colombiano con las guerrillas de las FARC, la diplomática norteamericana reafirmó el apoyo de los Estados Unidos a los esfuerzos del presidente Juan Manuel Santos.
“Los colombianos merecen paz y seguridad, y este es un momento positivo para intentarlo”, acotó, Jacobson quien advirtió el importante papel llevado a cabo por Cuba.
Sobre las relaciones entre Estados Unidos y América Latina destacó que aunque “no generen titulares de prensa constantemente”, como en los casos del Oriente Medio o África, el tema latinoamericano “está muy presente en la sociedad [norteamericana] y en los pasillos del poder”.
“No cambios políticos, no los que se requieren para el levantamiento del embargo – aclaró - pero sí cambios que apuntan hacia la apertura del sistema económico y la modernización del país.” “Cuba ha sufrido económicamente por años. El sistema no funcionó, y ahora ellos están lentamente abriendo el sistema para reflejar el mundo global, el mundo moderno.”
Para Jacobson aún no está claro como la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez afectará la situación cubana, pero se mostró esperanzada ante los cambios económicos con miras al futuro de la nación: “la posibilidad de empezar un comercio, una empresa, de vender la casa o el automóvil”.
Interrogada sobre la posición norteamericana sobre las próximas elecciones en Venezuela, manifestó el deseo de un proceso electoral “limpio y transparente (…) unas elecciones democráticas en las que todos los venezolanos puedan decidir su futuro.”
Interrogada sobre si el levantamiento del embargo aceleraría los cambios en la isla, respondió que “la ley del embargo dice que para levantarlo son necesarios cambios políticos. No hay partidos políticos ni prensa libre. Tenemos que ver algo grande y algo distinto para cambiar esa ley, y le corresponde hacerlo al Congreso”.
Por otra parte, subsecretaria de Estado celebró el modo en que se han iniciado las relaciones con el gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto y acotó que Estados Unidos quiere concentrar sus relaciones en México “en lo económico, además de la seguridad”, como un modo de incrementar la competitividad en la región y en América del Norte.
A pesar de que lamentó el nivel de violencia en la tierra azteca, expresó su confianza en que el país podría consolidarse como una potencia económica. Según la diplomática los asuntos domésticos norteamericanos que darían nuevos aires a su política exterior serían “la reforma migratoria, que puede ser aprobada este año y el control de las armas”.
En cuanto a las negociaciones de paz del gobierno colombiano con las guerrillas de las FARC, la diplomática norteamericana reafirmó el apoyo de los Estados Unidos a los esfuerzos del presidente Juan Manuel Santos.
“Los colombianos merecen paz y seguridad, y este es un momento positivo para intentarlo”, acotó, Jacobson quien advirtió el importante papel llevado a cabo por Cuba.
Sobre las relaciones entre Estados Unidos y América Latina destacó que aunque “no generen titulares de prensa constantemente”, como en los casos del Oriente Medio o África, el tema latinoamericano “está muy presente en la sociedad [norteamericana] y en los pasillos del poder”.