Los iraníes eligen nuevo presidente

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El Ayatolá Ali Khamenei, líder supremo de Irán, estuvo entre los primeros en votar este viernes.

Son 50 millones los electores inscritos para votar y aunque el régimen ha demandado una masiva concurrencia a las urnas el grado de participación popular es aún una incógnita.
Seis candidatos se enfrentan este viernes en las elecciones que deben decidir quién será el próximo presidente de Irán y aunque la votación concluirá oficialmente a las seis de la tarde se rumora que las urnas podrían quedar abiertas en algunos sitios hasta la medianoche.

Además del presidente de la nación, los iraníes renovarán a 126 mil miembros de concejos de gobierno locales, en unos comicios enfocados principalmente en torno al programa nuclear del país y el deterioro de la economía como consecuencia de las sanciones internacionales.

La mayoría de los candidatos que llegaron hasta el final de la campaña son conservadores identificados con el líder supremo de Irán , el Ayatolá Ali Khamenei, quien estuvo entre los primeros en sufragar este viernes para alentar a los votantes a ir a los colegios electorales, y “desalentar al enemigo”, según dijo hace un par de días.

Inicialmente se inscribieron para los comicios más de 3 mil candidatos, pero el Consejo de Guardianes de la Revolución Islámica excluyó a muchos de la lista invalidándolos, aunque gozaban de amplio respaldo popular.

Los finalistas son el conservador Said Jalili,negociador nuclear iraní; Hassan Rohani, el único clérigo entre los candidatos, anque considerado de tendencia moderada en el grupo, y Mohsen Razai, excomandante en jefe de la Guardia Revolucionaria.

También Alí Akbar Velayati, ministro de Exteriores y actual asesor del Ayatolá Khamenei; Mohamad Gazari, postulado como político independiente de postura menos hostil hacia Occidente, y Mohamad Bagher Ghalibaf, un exmilitar conservador.

La organización Human Rights Watch ha denunciado que en las semanas previas a la votación, el régimen llevó a cabo detenciones arbitrarias y cometió abusos de derechos humanos contra periodistas, políticos, sindicalistas, estudiantes y activistas de minorías religiosas, y además endureció los controles sobre la prensa e Internet.

Luego de las violentas protestas populares registradas en Teherán y otras ciudades iraníes contra los resultados que dieron la reelección al presidente Mahmud Ahmadinejad en 2009, el gobierno ha acusado a Estados Unidos y otros países occidentales de tratar de boicotear los comicios en el país.