Hasta 15.000 dólares por un certificado de nacimiento cubano

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Certificado de nacimiento supuestamente expedido en Cuba (foto de El Nuevo Herald)

Una red desarticulada en el estado de Florida lucraba vendiendo certificados de nacimiento cubanos falsificados. “Yo nací en Guinness”, respondió durante un entrenamiento un supuesto oriundo de Güines, al sureste de La Habana.
El diario El Nuevo Herald informa que las autoridades de inmigración desarticularon en Florida una red delictiva que vendía falsos certificados de nacimiento cubanos, aparentemente obtenidos en la isla, a inmigrantes indocumentados interesados en aprovechar los privilegios de la Ley de Ajuste Cubano.

En virtud de esa legislación que data de 1966, los cubanos que llegan a Estados Unidos sin visa pueden permanecer en el país y solicitar la residencia después de un año y un día, si pueden demostrar que son naturales de Cuba.

“Esto ha estado sucediendo desde hace varios años”, dijo al Herald Wilfredo Allen, un prominente abogado de inmigración en Miami que ha representado en los últimos cinco o seis años más de media docena de clientes acusados por inmigración de tener tarjetas de residencia obtenidas ilegalmente con documentos cubanos falsos.

En marzo pasado el portal Café Fuerte informó que las autoridades cubanas, que desde 2005 tienen un acuerdo migratorio con EE. UU., mantienen "un canal de cooperación para desenmascarar los fraudes migratorios de numerosos ciudadanos latinoamericanos que se hacen pasar por cubanos con el objetivo de obtener la residencia permanente y la ciudadanía estadounidenses".

Según El Nuevo Herald, la red desmantelada en septiembre pasado constaba de cuatro miembros. Dos de los cuatro, Amelia Osorio y Fidel Morejón Vega, son cubanos. Los otros dos son uruguayos.

Los sospechosos fueron detenidos y acusados de conspirar para cometer fraude de inmigración. Aunque todos inicialmente se proclamaron inocentes, luego aceptaron los cargos ante la jueza de distrito Cecilia Altonaga, que lleva el caso en la corte federal de Miami.

El Herald precisa que entre los clientes de la red, unos 50 desde 2009, había argentinos, colombianos, costarricenses, mexicanos, peruanos, salvadoreños y venezolanos. Los ingresos del fraude superaron el medio millón de dólares

A Morejón, el presunto líder del grupo, se le acusó de vender las actas de nacimiento cubanas a precios que iban de $10,000 a $15,000 por certificado, mientras se hacía pasar como funcionario de inmigración de alto rango.

Otros documentos judiciales indican que Morejón habría obtenido las actas de nacimiento falsas en Cuba. No especifican si las obtuvo en una oficina del Gobierno cubano o de parte de algún funcionario corrupto, o si las imprimió él mismo.

La operación fue infiltrada por las autoridades cuando uno de los clientes de la red, que se identifica en los registros de la corte solo como J.R., colaboró con los investigadores y le presentó a Morejón a “Rolando”, un policía encubierto, que fingió ser un indocumentado mexicano en busca de un acta de nacimiento cubana.

Según transcripciones citadas por el Herald de las conversaciones secretamente grabadas entre Morejón, J.R. y Rolando, el cubano les indicó que para que el fraude tuviera éxito, serían llevados a los cayos de Florida para que aparentaran ser balseros recién llegados. Cuando los funcionarios de inmigración los recogieran –les instruyó Morejón-- debían decir que eran cubanos y tener memorizados los detalles de sus certificados de nacimiento.

Pero J.R. tropieza cuando trata de recordar en qué lugar de Cuba “nació”. “¿Dónde naciste?”, le pregunta Morejón. “Nací en La Habana ... no, ¡en Guinness; en Guinness, Cuba!”, responde J.R, quien quizás nunca oyó hablar de la ciudad de Güines, 40 kilómetros al sureste de La Habana.