Indira: La cubana que iba corriendo a la escuela y se entrena por Whatsapp

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Indira Terrero, la velocista cubana "que iba corriendo a la escuela".

Se quedó en España en 2010, obtuvo la nacionalidad en 2014 y ya le ha dado dos medallas a la selección ibérica. Recibe las instrucciones por Whatsap, ella en Venecia, su entrenador en España.

No tenía tamaño para jugar voleibol. Así le dijo un entrenador en La Habana, pero la cubana Indira Terrero no se detuvo y siguió corriendo, de la casa a la escuela, siempre andaba apurada, como ahora que pasó volando de primera en la prueba de los 400 metros en el Europeo de Atletismo de Praga, según reseñó ayer domingo el diario español ABC.

Dice que se enfadó mucho con la imposibilidad de estar en el deporte de la malla alta, pero tuvo la suerte de que la 'descubrió' su entrenadora Norma Gertrudis, esta le habló a la madre, pidiendo autorización y comenzó su ascenso en el deporte rey.

Terrero, de 30 años de edad, se quedó a vivir en España en 2010, a propósito de una parada de la selección criolla en la ciudad de San Fernando. "Tuve una serie de lesiones en los tendones corriendo en 800 y además tuve unos problemas con mi entrenador. Se dieron varias circunstancias y decidí quedarme", explicó.

Indira Terrero, de España (i); Seren Bundy-Davies (d); de Gran Bretaña; y Nataliya Pyhyda, de Ucrania, en la competencia de 400 metros planos.

Hasta el momento, ha obtenido bronce en el certamen europeo de Zurich (2014) y, desde que obtuvo la nacionalidad española, le ha dado dos medallas más a su selección.

La habanera se entrena bajo las órdenes de Rafa Blanquer y, como ella vive en Venecia (Italia), lo hacen todo mediante las redes sociales: "Mi entrenador me envía los entrenamientos por correo, por whatsapp, hablamos por teléfono y no hay problema. Luego, yo le cuento cómo va saliendo el entrenamiento, los tiempos, cómo ha salido, si he hecho esto o lo otro, si estoy o no cansada, si me duele algo o no", señala en los detalles del entrenamiento sui géneris.

Valencia le abrió las puertas y allí estableció su campamento, inmediatamente que decidió abandonar la selección nacional cubana.

Ahora Indira Terrero mira de manera firme las más fuertes concertaciones mundiales. Los alicientes los tiene, como las metas de todo inmigrante: Carta de ciudadanía, éxito en su carrera profesional y reencontrarse con los seres queridos, ya que ha podido abrazar a su querida madre luego de cinco años sin poder entrar a Cuba.