"La Revolución de los Paraguas" cobra fuerzas en el Día Nacional de China

  • Agencias

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Miles de manifestantes siguen desafiando al régimen chino en las calles de Hong Kong.

Las protestas representan uno de los mayores desafíos políticos para Pekín desde la sangrienta represión comunista de las protestas en la Plaza de Tiananmen, en 1989.

Miles de manifestantes por la democracia salieron a las calles de Hong Kong el miércoles, algunos de ellos mofándose de las celebraciones del Día Nacional de China, en protestas que se extendieron a nuevas áreas de la ciudad y aumentaron la presión sobre el gobierno local alineado con el régimen comunista de Pekín.

Hubo pocos indicios de que el movimiento encabezado por los estudiantes fuera a debilitarse.

Los manifestantes buscan ocupar sectores de la ciudad, incluyendo los que rodean el distrito financiero, por la decisión del Gobierno comunista chino de limitar las alternativas de los votantes en las elecciones previstas para 2017.

Muchos temían que la policía usara la fuerza para disolver a los grupos antes de la inauguración el miércoles de las celebraciones para conmemorar la fundación de la República Popular China en 1949 por parte del Partido Comunista, pero esos temores no se concretaron.

La multitud consiguió paralizar grandes áreas del centro financiero asiático, pero no hubo reportes de enfrentamientos en la tarde del miércoles.

Sin embargo, durante el fin de semana, agentes anti disturbios usaron gases lacrimógenos, spray de pimienta y bastones para intentar controlar la protesta, pero desde entonces las tensiones han amainado algo entre ambos bandos.

Las protestas se extendieron a Tsim Sha Tsui, una de las zonas comerciales más populares de la ciudad.

Oscar Lai, portavoz de un grupo de estudiantes dijo que "no estamos celebrando el aniversario número 65 de China. Con los actuales disturbios políticos en Hong Kong y la continua persecución de los activistas por los derechos humanos en China, creo que hoy no es un día para celebraciones sino un día de tristeza".

Las manifestaciones son las mayores en Hong Kong desde que China recobró su dominio sobre la ex colonia británica, en 1997.

También representan uno de los mayores desafíos políticos para Pekín desde la sangrienta represión de las protestas en la Plaza de Tiananmen, en 1989.

Pekín gobierna Hong Kong bajo la fórmula "un país, dos sistemas", que concede a la ex colonia británica cierta autonomía y libertades que no se disfrutan en China continental.

Por qué el paraguas en las protestas

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención en los medios y redes sociales de las multitudinarias manifestaciones de Hong Kong, es el uso de miríadas de paraguas de disímiles y encendidos colores.

Bryan Druzin, profesor asistente de Derecho en la Universidad China de Hong Kong, dijo a CNN que la sombrilla no solo es funcional, sino que tiene "cierta resonancia en cuanto a que es un símbolo de la resistencia pacífica".

"Hong Kong es una ciudad que periódicamente se refugia bajo los paraguas por los tifones que amenazan la ciudad. La inestabilidad es otra tormenta que Hong Kong trata de sortear".

El artista hongkonés Kacey Wong ha creado arte de protesta al organizar una competencia en las redes sociales para crear un logotipo duradero para el movimiento de las sombrillas (los premios son "justicia, democracia y libertad"). Dijo que la forma de usar los paraguas ha traído consigo una "enorme sensación de hermandad".

"Tank Man era el hombre que se paró frente a un tanque", dice Wong. "La sombrilla representa a la gente colaborando con los demás para formar un escudo defensivo. Si ves que la policía arranca un pedazo del escudo, otro lo reemplazará".

Fue una imagen fuerte con un contraste inherente, dijo. "Es una cosa sutil pero también muy fuerte en cuanto a la determinación de ganar esta batalla".

"Me inspiró ver a la gente defendiéndose con accesorios domésticos. El contraste era tan marcado: de un lado la brutalidad policial y, del otro, estos pobres paraguas", dijo el artista.