Homicidios en El Salvador aumentan un 55%

  • Agencias

El director del Instituto de Medicina Legal de El Salvador, Miguel Fortín. EFE.

Según el director del IML, Miguel Fortín Magaña, el 2015 es el "año más violento" desde el final de la guerra civil que vivió el país entre 1980 y 1992.

Los homicidios en El Salvador se dispararon un 55,7 % en el primer semestre del 2015 en comparación con el mismo período del año anterior, según cifras reveladas hoy por el Instituto de Medicina Legal (IML).

Entre enero y junio, el IML registró un total de 2.865 asesinatos, 1.025 más que en 2014, cuando se computaron 1.840. Respecto al año 2013, el incremento es del 171 %.

Solo en los dos últimos meses se han contabilizado 1.320
homicidios, lo que representa el 46 % de los cometidos en todo el
primer semestre de 2015, mientras que en mayo y junio de 2014 se
registraron 643.

Según el director del IML, Miguel Fortín Magaña, el 2015 es el
"año más violento" desde el final de la guerra civil que vivió el
país entre 1980 y 1992.

De igual forma, el mes de junio es el mes "más violento" de
postguerra con 677 asesinatos, le sigue mayo con 643.

Para Magaña, la "tendencia alcista" se establece "claramente"
desde agosto de 2014, aunque no especificó el motivo.

Las autoridades de Seguridad salvadoreñas señalan que el alza de
los homicidios en el país es una respuesta de las peligrosas
pandillas a las acciones de los cuerpos de seguridad que pretenden
recuperar los territorios dominadas por las mismas y reducir sus
actividades.

Diferentes sectores de la sociedad salvadoreña apuntan a que las
cifras de asesinatos y los constantes enfrentamientos entre el
Ejército y la Policía contra las pandillas son una especie de guerra
"no declarada" originada a partir de la ruptura de una polémica
tregua entre pandillas, que inició en 2012 y se prolongó por 15
meses.

Magaña dijo en una reciente entrevista con Efe que El Salvador
vive una "guerra tácita" entre el Gobierno y las pandillas, no
obstante apuntó que "los picos erráticos" de homicidios diarios
reflejan que las pandillas no poseen una "estructura militar de
mandos".

Agregó que los grupos criminales buscan "sobrevivir" y que esto
es lo que genera los enfrentamientos de "guerra social" con los
cuerpos de seguridad.