Atentado en Kabul deja 9 muertos

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Fotografía de archivo.

Ocurre mientras el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, visita Afganistán.
Los talibanes recibieron este sábado al recién nombrado secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, en su primera visita a Afganistán con un ataque suicida contra el Ministerio de Defensa en Kabul que causó nueve muertos y 14 heridos.

"Este ataque es un mensaje para mostrar a Hagel y a los Estados Unidos la fortaleza de los talibanes", dijo a Efe el portavoz talibán Zabiul Muyahid.

Una fuente de las fuerzas aliadas afirmó que Hagel se encontraba "en un lugar seguro" durante el atentado, que se produjo alrededor de las 09.00 hora local (04.30 GMT) cuando el atacante se acercó en motocicleta a la puerta principal del Ministerio de Defensa.

La Policía de la capital afgana informó de que la explosión, que provocó la muerte de siete civiles y dos soldados afganos, ocurrió a la hora a la que los funcionarios llegaban a la sede ministerial, señaló la agencia Efe.

Hagel llegó esta mañana por sorpresa a Kabul en el que es su primer viaje internacional como secretario de Defensa, nueve días después de ser nombrado.

La agenda del responsable del Pentágono incluye encuentros con su homólogo afgano, Bismillah Khan Mohammadi, y el máximo responsable de la misión de la OTAN en Afganistán, el general estadounidense Joseph Dunford, entre otras autoridades.

En un mensaje al personal de las fuerzas aliadas, Hagel afirmó que el nuevo papel de apoyo al Ejército afgano es "una misión peligrosa y difícil".

El secretario de Defensa ya había viajado anteriormente a Afganistán en cuatro ocasiones, la última en julio de 2008, entonces como senador republicano del estado de Nebraska.

La llegada del emisario de Washington coincidió con la cancelación de la ceremonia de transferencia de los últimos prisioneros afganos en custodia de las fuerzas estadounidenses en la base de Bagram, al norte de Kabul, que estaba prevista para hoy.

No han transcendido los motivos de la cancelación, pero medios locales se han hecho eco de comentarios en la prensa estadounidense que reflejan malestar en Washington por un reciente anuncio del presidente afgano, Hamid Karzai, de liberar a presos de ese recinto.

La prisión de Bagram ha sido centro de varias controversias desde la invasión del país centroasiático en 2001, liderada por las fuerzas estadounidenses.

Organizaciones defensoras de los derechos humanos como Amnistía Internacional han denunciado con frecuencia que EE.UU. ha recluido en ese centro a centenares de personas, entre ellas menores de edad, sin acceso a abogados ni a tribunales.

El presidente Karzai también ha criticado en numerosas ocasiones la existencia de esta cárcel como una violación de la soberanía de su país.

El atentado de hoy en Kabul fue seguido horas después por otro en la ciudad occidental de Khost, a unos 200 kilómetros de la capital.

Al menos ocho niños y un policía murieron en el ataque, dirigido contra una patrulla de fuerzas de seguridad y perpetrado por un suicida en la ciudad de Khost, capital de la provincia del mismo nombre en el este de Afganistán.

El ataque ocurrió hacia el mediodía local y en él resultaron heridos otros dos menores.

Afganistán se halla inmerso de lleno en el proceso de transferencia del control de la seguridad a las fuerzas afganas y de retirada de las fuerzas de la misión Atlántica, cuyo desenlace está previsto para finales de 2014.