Lázaro Bruzón Batista, el cubano Gran Maestro de ajedrez, ha dedicado su primer año de residencia en Estados Unidos a investigar las causas de la situación de Cuba y, tras “la gota que colmó el vaso”, decidió plasmar en su página de Facebook lo que considera “una catarsis” necesaria.
“Por mucho tiempo he estado apartado de temas políticos, las razones pueden ser muchas, cada cual tiene que vivir su proceso y es lo que he hecho. Hoy, sin creerme el más patriota que nadie, quiero aportar mi granito de arena sobre los temas de Cuba, dar mi opinión, con respeto, pero, sobre todo, con toda mi sinceridad, de forma transparente”.
Bruzón, considerado uno de los tres mejores ajedrecistas cubanos de todos los tiempos, categoría que comparte con José Raúl Capablanca y Leinier Domínguez, decidió, en julio de 2018, aceptar la invitación de entrar a formar parte del equipo ajedrecístico de la Universidad de Webster, Missouri.
“No hay peor prisión que encerrar tus ideas por temor a las represalias que puedan tomar por el simple hecho de emitir un criterio.” Reconoce el GM en su explosivo alegato. “En ese sentido principalmente es que hoy no me da la ecuación de ninguna manera con lo que pasa en Cuba y el trato que se le da a las personas que piensan diferente”.
Expulsado de la Comisión Nacional de Ajedrez de Cuba tras su decisión de integrar el equipo Norteamericano, el ajedrecista cubano cuenta que “cuando antes escuchaba la palabra opositor, disidente, al momento venían acompañadas de palabras como mercenarios, enemigos, delincuentes y toda esa propaganda que por tanto tiempo nos han dicho”.
“Hoy sé” continúa explicándose, “que hay mucha gente buena, gente de bien, que luchan por sus derechos de forma cívica y son maltratados, encarcelados, los separan de su trabajo y le hacen la vida imposible por el simple hecho de no estar de acuerdo con lo que pasa en Cuba”.
“Hoy yo condeno todo eso y por un problema de principios, no lo acepto”. Enfatiza. “No puede proyectarse el gobierno como el protector de una mayoría aplastando a una minoría, reduciéndola a cero. Eso es criminal”.
[…] “¿Hasta cuándo el gobierno cubano va a seguir poniendo la ideología por encima de la realidad objetiva de la nación cubana? ” Pregunta el joven maestro, para emplazar más adelante a los ciudadanos de la isla.
“Es inquietante ver la conformidad que muchos muestran, esos que en la mayoría de los casos son los más afectados. El cubano de a pie, ese que cada día se las ingenia para sobrevivir con su salario, tiene que despertar y darse cuenta de que existen otras posibilidades”.
Tras una serie de cuestionamientos directos, dirigidos tanto a gobierno como a los ciudadanos cubanos, el Gran Maestro Lázaro Bruzón declara que:
“Quiero aclarar que este es un mensaje positivo, de amor, un criterio personal, no hay nada ni nadie más que yo y mis pensamientos detrás de todo esto. Sé el peso de mis palabras y asumo las responsabilidades de mis actos”.