La salud del preso político Francisco Rangel Manzano genera preocupación luego de que sufriera un desvanecimiento en el centro penitenciario donde cumple una sentencia de seis años de privación de libertad por participar en las protestas populares del 11 de julio de 2021 en Colón, Matanzas.
“Llamaron a la enfermera o al médico, le midieron la presión y la tenía alta, pero ya, en ocasiones, me ha referido que tiene falta de aire y le han puesto aerosol, pero esa falta de aire que tiene es producto de su misma cardiopatía”, indicó a Martí Noticias su esposa Regla Burunate, enfermera de profesión.
“Cuando él estaba en casa, tomaba siete tipos de pastillas; se las daba yo. Ahí en la prisión, le dan las que hay en el momento, las que estén en falta se queda sin tomarlas, como sucede aquí en el pueblo cuando no hay en la farmacia”.
Además de ser cardiópata, Rangel Manzano, miembro del opositor Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel, padece una severa hipertensión, por lo que la falta de una atención médica adecuada pondría en grave riesgo su vida.
“Sí lo llevan a la enfermería, lo atienden, pero él lo que necesita es un cardiólogo y ahí cardiólogo no hay”, señaló la esposa.
Por varios años, el preso político coordinó la iniciativa Tondique, que alimentaba a personas vulnerables de su comunidad, hasta que, en 2017, fuerzas de la Seguridad del Estado y de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), allanaron su vivienda y desmantelaron el proyecto.
El activista de 64 años está recluido en el área del adulto mayor de la Prisión Canaleta, en Perico, Matanzas. Sin embargo, no ha aceptado ninguno de los beneficios que otorga el Sistema Penitenciario cubano, sujetos a la aprobación de las autoridades del Ministerio del Interior.
“Dice que va a cumplir sus seis años, pero él está muy firme. Siempre dice, ‘mi libertad es sin condiciones”’, explicó Burunate.
En octubre de 2021, mientras esperaba su juicio, Rangel Manzano declaró no querer abogado para lo que calificó como un "proceso amañado" y aseguró que no aceptaría "prebendas" del régimen, relató entonces a nuestro medio, Burunate.
Tampoco fue excarcelado, aun cuando le faltaba menos de dos años para extinguir su condena, cuando en enero de 2025, tras conversaciones con el Papa Francisco, el régimen aprobó la salida de prisión de más de un centenar de presos políticos, entre los 553 reclusos que se comprometió a liberar.
“Yo hasta tenía esperanzas por la edad, por su cardiopatía, que es grave, que es un hipertenso grave también. Pero, no fue así. Él no quiere beneficios. Él siempre lo ha dicho así”, recalcó la mujer.