Finaliza tregua de guerrilla colombiana

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Fotografía de archivo. Los negociadores del gobierno de Colombia y de las FARC (de espaldas en la foto) dialogan en La Habana.

Las autoridades tienen claro --o al menos así lo han anunciado-- que las FARC arremeterán a partir del lunes
A las 24 horas del domingo finaliza una tregua de Navidad y Año Nuevo declarada unilateralmente por la guerrilla de las FARC que por dos meses sirvió, entre otras cosas, para dejar en evidencia las divisiones que hay en el interior de esa organización rebelde y, en especial, para entender cuáles de los comandantes rebeldes están apostando al naciente proceso de negociación que actualmente adelanta en Cuba con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.

"El gran beneficio de este cese al fuego es que permitió saber quiénes en realidad están negociando" con el gobierno por parte de las FARC, opinó en entrevista con The Associated Press Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), que estudia en conflicto colombiano.

Con la tregua "se destaparon las cartas en la mesa sobre el nivel de control pero también el potencial para ejercer la violencia... Las FARC están con una presión militar que es la que les obliga a negociar".

Aunque las cifras no son claras, lo cierto es que hasta el propio Santos ha reconocido en varias ocasiones que las FARC disminuyeron ostensiblemente sus ataques durante la pausa militar que prometieron para Navidad y Año Nuevo como un gesto de buena voluntad con el naciente proceso de paz.

Concluida ese cese unilateral de hostilidades por parte de los rebeldes, al país y al gobierno les corresponde ahora esperar si las FARC lanzarán una ofensiva para mostrar que mantienen su poder de fuego, o si seguirán con lo que ha sido hasta ahora y en los últimos años: una guerra de guerrillas de ataques esporádicos de tres o cuatro insurgentes, pero lejos del músculo que exhibieron en los años 90 cuando actuaron como un ordenado ejército que arrasó con puestos y bases de la Policía y de las Fuerzas Militares, indicaron analistas y autoridades consultadas por la AP.

Aunque sí hubo una reducción de las acciones rebeldes, reconocido por el mismo gobierno, el valor material y simbólico del cese al fuego radicó en bajar la intensidad del accionar rebelde en medio de las negociaciones. Algo así como tender una rama de olivo, según dijo en octubre pasado Iván Márquez, uno de los voceros rebeldes al instalarse la mesa de negociaciones en Oslo, capital noruega.

Lo que no está claro totalmente es si las acciones armadas esporádicas se dieron como la desobediencia a una orden expresa del secretariado, o si el secretariado --máxima línea de mando de las FARC-- se hizo el de la vista gorda, con su hermetismo tradicional, toda vez que no comenta caso por caso y asegura que no tiene secuestrados en su poder ni trafica con drogas, que son parte de los señalamientos oficiales.

Incluso al inicio de la tregua un frente rebelde divulgó un comunicado en la página web de las FARC en el que indicó que la orden de cese de hostilidades no había llegado a todos los estamentos guerrilleros.

"Las torres de energía derribadas en el Reposo, municipio de Campamento, el día 20 de noviembre, se produjeron a causa que la orden de cese al fuego no alcanzó a llegar a la unidad guerrillera comprometida en estas acciones... Y en este caso concreto faltó mayor difusión de la vocería guerrillera ordenando el cese al fuego, de tal manera que pudiese ser escuchada por todas las unidades guerrilleras y milicianas", dijo el 36 frente o "Bloque Iván Ríos" en su escrito.

Adicionalmente, el 25 de noviembre pasado, uno de los voceros de las FARC en La Habana, Rubén Zamora, tras insistir en el respeto al cese al fuego por dos meses, habló del derecho de las FARC a defenderse en caso de ser necesario. "Si la fuerza pública pretende atacar a nuestras unidades guerrilleras, éstas se encuentran en su legítimo derecho a la defensa", observó Zamora.

En septiembre del año pasado, Santos les anunció a Colombia y al mundo que su gobierno había firmado un preacuerdo con las FARC para iniciar un proceso de paz que eventualmente ponga fin a casi 50 años de confrontaciones entre las partes.

"Tengo que reconocer que en su oferta de tregua unilateral, (las FARC) han cumplido en buena medida" con la reducción de ataques, dijo el jefe de Estado el martes pasado durante una entrevista con la emisora local Caracol Radio.

"Sí ha habido, atribuibles a las FARC, acciones que fueron violatorias de esa oferta, pero en términos generales sus cifras coinciden con las nuestras", le dijo Santos, durante la misma entrevista, al analista León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arco Iris, que también analiza el conflicto colombiano.

Las FARC, nacidas en 1964 como una guerrilla campesina, cuentan actualmente con 8.000 combatientes o menos, según cifras del gobierno.

Con casi 50 años de guerra, el conflicto armado interno deja cada año cientos de víctimas en ataques, pero la cifra es menor a la de homicidios por el crimen común, según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal. Tal vez la única entidad estatal que hizo públicas sus cifras sobre la tregua de las FARC fue la Defensoría del Pueblo.

Encargada en Colombia de velar por la defensa de los derechos humanos, la Defensoría del Pueblo reveló el viernes un informe que dio cuenta de que las FARC, desde el 20 de noviembre de 2012 a la fecha, perpetraron "57 acciones violentas, una diaria en promedio".

Las 57 acciones armadas, según la mencionada institución, fueron ejecutadas por las FARC "contra la población civil y la fuerza pública, como la instalación de artefactos explosivos y minas antipersonal, homicidios selectivos, combates con la fuerza pública con interposición de población civil, enfrentamientos armados con grupos armados ilegales post-desmovilización (o paramilitares) y hostigamientos contra instalaciones policiales".

En diálogo con la AP, el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, calificó como "muy preocupante" el balance de la tregua unilateral anunciada por la guerrilla.

En tanto, para Alfredo Rangel, de la Fundación Seguridad y Democracia, que también le hace seguimiento al conflicto del país, las FARC violaron la tregua en al menos 10 oportunidades. Advirtió que sólo el lunes hará públicas sus cifras, aunque adelantó que los departamentos de Colombia más afectados con las acciones de las FARC fueron Antioquia, al noroeste del país, y Cauca y Nariño, al suroeste.

Las autoridades tienen claro --o al menos así lo han anunciado-- que las FARC arremeterán a partir del lunes. Por eso han anunciado que la seguridad en el país será redoblada a partir de las cero horas del lunes. Más de 60.000 policías y militares, según el director de la Policía, general José Roberto León, harán parte de un plan de contingencia para evitar cualquier ataque de las FARC una vez finalizada la tregua.