Extraña muerte de un artista brasileño en Cuba sigue sin aclararse

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Daniel Uirapuru Guaraci, en una foto publicada en redes sociales.

Daniel Uirapuru Guaraci, de 32 años, se encontraba en Cuba con la idea de abrir un negocio. Está previsto que sus cenizas lleguen a Belo Horizonte hoy miércoles.

Un ciudadano brasileño, Daniel Uirapuru Guaraci, de 32 años, murió en Cuba por causas no aclaradas mientas se encontraba en la isla preparando la apertura de un negocio.

Este licenciado en Lingüística por la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), estaba muy ligado al mundo de las artes en su país, y tenía que haber regresado a Brasil el 25 de febrero. El Ministerio de Relaciones Exteriores tuvo noticia de su muerte el 3 de marzo, así como la Embajada de Brasil en La Habana, que fueron informadas a través del Instituto de Medicina Legal en Cuba, pero se desconocen las causas y la fecha exacta del fallecimiento, aunque algunos diarios locales informan de que se habría producido entre los días 18 y 19 de febrero.

Está previsto que sus cenizas lleguen a Belo Horizonte hoy miércoles con la esperanza de que sus familiares y amigos puedan conocer algo más sobre este suceso. Según el diario Paraiba, la muerte sigue siendo un misterio, y uno de sus amigos confirmó que el último contacto que tuvo Daniel fue el día 18.

Le describe como alguien polifacético que entre sus cualidades estaba ser "técnico informático y de iluminación, promotor cultural, traductor, escritor, poeta, artista, lingüista y empresario".

De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, una familiar viajó a Cuba con ayuda de la embajada para gestionar el traslado de los restos y tratar de repatriar su cuerpo para hacer la autopsia en su país de origen. Sin embargo, las autoridades cubanas obligaron a su cremación, que se produjo esta semana, y a que fueran sus cenizas las que viajaran a Brasil sin que las causas de la muerte o el estado de las investigaciones fueran reveladas.

Ese mismo amigo señaló a este medio de comunicación que entre los sueños de Daniel estaba abrir algunos negocios en Cuba después de haber realizado varios viajes al país. En octubre, se encontraba ya planificando la apertura de un albergue en Baracoa, ciudad en la que se enamoró en un viaje en 2014 y que consideraba "su casa", tal y como escribía en sus mensajes de Facebook. En esa ciudad también gestionaba un centro cultural Brasil-Cuba para promover la cultura de un país en otro.