Exhiben arte cubano en residencia de millonarios de Los Hamptons

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Los Hamptons. Foto de cortesía/ Flickr.

Dos de los artistas, William Pérez y Esterio Segura, asistieron a la exhibición curada por la galerista Carla Arzente, en la vivienda de los Hornig, matrimonio conocido por su labor filantrópica.

Las obras de tres de los artistas cubanos más demandados del momento se exhibieron este fin de semana en una residencia privada en Los Hamptons, Nueva York, uno de los sitios favoritos de la clase acaudalada estadounidense para vacacionar.

Dos de los artistas, William Pérez y Esterio Segura, asistieron a la exhibición curada por la galerista latinoamericana Carla Arzente, en la vivienda de Joan y George Hornig, un matrimonio conocido por su labor filantrópica, reporta el sitio Hamptons.com.

William Pérez es un escultor, dibujante, pintor, diseñador teatral y gráfico cienfueguero, graduado de la Escuela de Artes Plásticas San Alejandro, en 1986. Una de sus obras más reconocidas es "La última cena" (1992).

El trabajo de Esterio Segura, natural de Santiago de Cuba, se concentra en la escultura, el dibujo y la instalación. Sus obras se encuentran en el Museo Nacional de Bellas Artes, en La Habana, y en The New Museum of Latin American Art, de la Universidad de Essex, en Reino Unido.

Los Hornig instalaron las piezas en su Galería Garaje, un espacio de su casa en Water Mill destinado a exponer instalaciones de arte durante los meses de verano. La galerista Arzente dio una charla a los invitados para poner el trabajo y la vernácula visual cubana en contexto.

Arzente es una experta en arte latinoamericano contemporáneo y dueña de Salt Fine Art, donde han expuesto sus obras los artistas de la plástica Esterio Segura, Aimme García, Roberto Diago, William Pérez, Abel Barroso, Alejandro Campins, Ernesto Javier Fernández, Jorge López Pardo, Marlys Fuego, Os Ortega y Mabel Poblet.

George Hornig, director de operaciones de Pine Bridge Investments, y Joan, exitosa diseñadora de joyas de gama alta y fundadora de la Fundación Joan B. Hornig, son serios defensores de la conservación del medio ambiente y las artes.

Las obras estaban disponibles para la venta y el 15% de los fondos recaudados fueron donados a una organización de caridad elegida por los compradores.