Liberado espía Fernando González; será deportado a Cuba

  • Agencias

El espía cubano Fernando González Llort.

El espía cubano Fernando González, uno de los cinco agentes condenados en Miami en un juicio celebrado en 2001, fue puesto hoy en libertad, tras pasar 15 años en prisión, informaron hoy las autoridades.

González, de 50 años, conocido por el alias de "Ruben Campa", cumplió su condena en una cárcel en la localidad de Safford (Arizona) y fue entregado a las autoridades de inmigración para que procedan a su deportación a Cuba.

El agente formaba parte del denominado "Grupo de los Cinco", un comando de cinco espías detenidos en 1998 y condenados en 2001 a diversas penas, cuyo caso se convirtió en uno de los asuntos más controvertidos en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

González cumplía una sentencia a 17 años de prisión por no registrarse como un agente extranjero y poseer documentos de identidad falsificados.

El espía cubano había sido condenado inicialmente a 19 años de cárcel, pero la condena se redujo posteriormente a 17 años. Como consecuencia de su buena conducta durante este tiempo, el agente fue liberado hoy, después de permanecer 15 años, 5 meses y 15 días en prisión.

Los cinco espías admitieron que eran agentes del Gobierno cubano "no declarados" ante EE.UU., pero dijeron que espiaban a "grupos terroristas de exiliados" que conspiraban contra el entonces presidente Fidel Castro, y no al Gobierno estadounidense.

Con la puesta en libertad de Fernando González ya son dos los espías liberados, después de que René González cumpliera su condena en octubre de 2011 y se trasladara a La Habana, donde reside actualmente.

Los otros tres agentes (Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero) siguen en prisión cumpliendo sentencias más prolongadas.

González es el segundo de cinco convictos que sale en libertad y planea regresar a Cuba. En 2011 otro de los espías, René González, fue liberado luego de cumplir una condena por 13 años y regresó a Cuba en 2013.

En las investigaciones del FBI salió a la luz la recolección de información que hacía dicha red, infiltrándose en los grupos de exiliados cubanos del Sur de la Florida y que dio lugar al derribo de las avionetas de “Hermanos al rescate”, donde murieron cuatro de sus pilotos el 24 de febrero de 1996.