Compañero de tertulia de Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Jorge Mañach y Juan Marinello, Novás Calvo fue considerado un maestro del relato.
Las crónicas, artículos y entrevistas que el escritor hispano-cubano Lino Novás Calvo, considerado uno de los precursores del "boom" latinoamericano, escribió desde España para la prensa cubana durante el periodo republicano han sido agrupados con el título de una de sus crónicas, "España estremecida".
Considerado uno de los autores que cambió los rumbos de la literatura iberoamericana con títulos como los de su novela "Pedro Blanco, el negrero" o los de colecciones de relatos como "Luna nona" y "Cayo Canas", la obra periodística de Novás Calvo no se había reunido en un volumen hasta ahora que lo ha hecho la estudiosa cubana Cira Romero para la sevillana editorial Renacimiento.
Compañero de tertulia de Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Jorge Mañach y Juan Marinello, Novás Calvo fue considerado un maestro del relato por escritores como Guillermo Cabrera Infante, mientras que su obra periodística, escrita entre Cuba y España, se fue construyendo al mismo tiempo que en los Estados Unidos surgía el
denominado "Nuevo Periodismo".
Según Cira Romero, Novás Calvo cultivó un periodismo que "aportó el cuidado del lenguaje, la correspondencia exacta entre lo objetivo y lo subjetivo y la adopción de puntos de vista, unido a la metaforización de la vida cotidiana". Su estilo periodístico fue "genuino, irreverente y desenvuelto", además de "delicado en la manipulación de temas que implican cierto compromiso, sobre todo en el caso de los acontecimientos políticos, que, si bien no mira en la distancia, los analiza 'desde' la distancia, sin tornarse agresivo con unos u otros", según aclara Cira Romero en el estudio introductorio.
Los textos reunidos en "España estremecida", primera recopilación de su obra periodística, están fechados entre 1931 y 1939, y los que se refieren a la Guerra Civil española están escritos desde "la perspectiva de quien fue un activo militante de la lucha republicana", ya que Novás Calvo colaboró como oficial de enlace del
regimiento que dirigió Valentín González, "El Campesino".
Poco después del asesinato de Federico García Lorca, el 7 de noviembre de 1936, remitió a la revista costarricense Repertorio Americano su "Soneto a Federico García Lorca", en el que expresaba su dolor por la muerte del poeta granadino. Entre los textos incluidos en "España estremecida", los hay que son a la vez encuentros, entrevistas y semblanzas de personalidades como Luis Araquistáin, Fernando de los Ríos, Eugenio d'Ors, Ramón del Valle Inclán y un joven Antonio de Marichalar, quien, en 1931, le describe así los problemas de España: "No crea usted que Madrid es Castilla. En España, cada ayuntamiento es una nación. Nuestra tragedia es precisamente esa heterogeneidad. Carecemos de una sola norma aplicable a toda la nación (...). De ahí que no sea posible desplegar una acción gubernamental comprensiva".
También dedicó Novás Calvo crónicas y reportajes al funcionamiento del Ateneo de Madrid, a los traperos uno que tituló "El ejército de la miseria", a la expulsión de los jesuitas, a las fieras del Retiro, a los teatros de Madrid, a los chóferes, a las modistillas, a los ciegos y a los artistas noctámbulos, a las gentes del toro y a los cubanos que, como él, acabaron en España.
Nacido en Grañas do Sor (A Coruña, 1903), Lino Novás Calvo marchó a La Habana con 7 años, volvió a los 28 años a España para permanecer en Madrid en el periodo republicano y la Guerra Civil y regresar a Cuba y permanecer en la isla hasta mediados de los años sesenta, cuando se estableció en los Estados Unidos y también se distinguió como traductor. Entre los anexos de "España estremecida", hay textos curiosos como sus recuerdos de adolescencia, cuando ejerció de carretero, con el título de "¡Arrea mula!. Confesiones de un carrero", o sus recuerdos de juventud, cuando fue taxista en La Habana de los años veinte, titulados "Quemando gasolina: Confesiones de un botero".
Considerado uno de los autores que cambió los rumbos de la literatura iberoamericana con títulos como los de su novela "Pedro Blanco, el negrero" o los de colecciones de relatos como "Luna nona" y "Cayo Canas", la obra periodística de Novás Calvo no se había reunido en un volumen hasta ahora que lo ha hecho la estudiosa cubana Cira Romero para la sevillana editorial Renacimiento.
Compañero de tertulia de Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Jorge Mañach y Juan Marinello, Novás Calvo fue considerado un maestro del relato por escritores como Guillermo Cabrera Infante, mientras que su obra periodística, escrita entre Cuba y España, se fue construyendo al mismo tiempo que en los Estados Unidos surgía el
denominado "Nuevo Periodismo".
Según Cira Romero, Novás Calvo cultivó un periodismo que "aportó el cuidado del lenguaje, la correspondencia exacta entre lo objetivo y lo subjetivo y la adopción de puntos de vista, unido a la metaforización de la vida cotidiana". Su estilo periodístico fue "genuino, irreverente y desenvuelto", además de "delicado en la manipulación de temas que implican cierto compromiso, sobre todo en el caso de los acontecimientos políticos, que, si bien no mira en la distancia, los analiza 'desde' la distancia, sin tornarse agresivo con unos u otros", según aclara Cira Romero en el estudio introductorio.
Los textos reunidos en "España estremecida", primera recopilación de su obra periodística, están fechados entre 1931 y 1939, y los que se refieren a la Guerra Civil española están escritos desde "la perspectiva de quien fue un activo militante de la lucha republicana", ya que Novás Calvo colaboró como oficial de enlace del
regimiento que dirigió Valentín González, "El Campesino".
Poco después del asesinato de Federico García Lorca, el 7 de noviembre de 1936, remitió a la revista costarricense Repertorio Americano su "Soneto a Federico García Lorca", en el que expresaba su dolor por la muerte del poeta granadino. Entre los textos incluidos en "España estremecida", los hay que son a la vez encuentros, entrevistas y semblanzas de personalidades como Luis Araquistáin, Fernando de los Ríos, Eugenio d'Ors, Ramón del Valle Inclán y un joven Antonio de Marichalar, quien, en 1931, le describe así los problemas de España: "No crea usted que Madrid es Castilla. En España, cada ayuntamiento es una nación. Nuestra tragedia es precisamente esa heterogeneidad. Carecemos de una sola norma aplicable a toda la nación (...). De ahí que no sea posible desplegar una acción gubernamental comprensiva".
También dedicó Novás Calvo crónicas y reportajes al funcionamiento del Ateneo de Madrid, a los traperos uno que tituló "El ejército de la miseria", a la expulsión de los jesuitas, a las fieras del Retiro, a los teatros de Madrid, a los chóferes, a las modistillas, a los ciegos y a los artistas noctámbulos, a las gentes del toro y a los cubanos que, como él, acabaron en España.
Nacido en Grañas do Sor (A Coruña, 1903), Lino Novás Calvo marchó a La Habana con 7 años, volvió a los 28 años a España para permanecer en Madrid en el periodo republicano y la Guerra Civil y regresar a Cuba y permanecer en la isla hasta mediados de los años sesenta, cuando se estableció en los Estados Unidos y también se distinguió como traductor. Entre los anexos de "España estremecida", hay textos curiosos como sus recuerdos de adolescencia, cuando ejerció de carretero, con el título de "¡Arrea mula!. Confesiones de un carrero", o sus recuerdos de juventud, cuando fue taxista en La Habana de los años veinte, titulados "Quemando gasolina: Confesiones de un botero".