Escuela de Medicina cubana expulsa a dos talentos por motivos políticos

Estudiantes de Medicina visitan las casas durante la pandemia de COVID-19. REUTERS/Alexandre Meneghini

El investigador del Observatorio de Libertad Académica, José Raúl Gallego, criticó la expulsión de la Facultad de Ciencias Médicas del estudiante José Carlos Santos Belaunzaran, de San Cristóbal, provincia Artemisa.

“La discriminación por motivos ideológicos en las universidades cubanas nunca ha cedido, siempre ha estado presente, pero es un síntoma muy preocupante que en sólo un mes de clases ya tengamos dos personas afectadas, que son el doctor Pupo Casas que fue expulsado de su residencia y Juan Carlos Santos que lo ha sido de la carrera de Medicina”, dijo a Radio Televisión Martí el también periodista que cursa un doctorado en Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Ciudad México.

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El reportaje de Yolanda Huerga

El medio digital CiberCuba informó que Santos Belaunzaran, de 23 años, quien asistía al cuarto año de Medicina, fue separado de sus estudios por haber rechazado en Facebook la calificación de gusanos que el director de la Unidad Empresarial Base de Aseguramiento en la Zona de Desarrollo Especial del Mariel, Yosbany Iglesias, espetaba a los cubanos que habían emigrado.

El funcionario retaba a los "gusanos" a compartir una foto del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como la que él compartía de Miguel Díaz-Canel con un niño en brazos.

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El joven estuvo en desacuerdo con su forma de referirse a los cubanos y argumentó que “trabajaron en Cuba y aportaron mucho al país y hoy no viven en la Isla”.

Indignado, el dirigente le reprochó “esos pensamientos” y lamentó que el país le hubiera “permitido estudiar una carrera sin costarle un kilo".

Tras sus comentarios en la red social, el alumno fue interrogado en la oficina de la subdirectora de la facultad universitaria por agentes de la Seguridad del Estado que lo acusaron de estar pagado desde el exterior y de no cumplir con el reglamento, que advierte de la penalización de las manifestaciones contrarias a la "ideología revolucionaria".

“Como era de esperarse el clima restrictivo que se está viviendo en Cuba en torno a las redes sociales, con legislaciones como el decreto 370, se está haciendo sentir en las universidades donde hay una masa crítica que piensa, que cuestiona las cosas que están mal y que al parecer se van a convertir en uno de los blancos principales de estas campañas contra la libertad de expresión en las redes”, apuntó Gallego.

Por su parte, el bioquímico Oscar Casanellas, despedido del Instituto Nacional de Oncología y Radiología (INOR) el 7 de junio de 2016 por sus relaciones con opositores, manifestó que este tipo de medidas acarrea la anulación de la vocación porque, generalmente, estas personas tampoco pueden ejercer sus profesiones en el territorio nacional.

“No hay opciones para los que son echados del sistema de salud u otras áreas de trabajo donde el Estado es el único empleador, es decir, no pueden practicar su vocación o su profesión en Cuba. Así lo sufrí yo mismo; me dejaron claro que yo no podría hacer Ciencias, ni impartir clases, ni trabajar en centro de investigación alguno”, indicó.

En opinión de Casanellas, el régimen se siente vulnerable y temeroso por las posibilidades que brindan las redes sociales y el acceso a internet.

“La dictadura está muy temerosa de que se unan las voces y que todos los cubanos se den cuenta que somos la mayoría los que queremos un cambio y los que no queremos continuar con este sistema totalitario que priva de otros muchos derechos además de la libertad de expresión”, dijo.

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“Es muy triste que estemos en el 2020 y estas cosas sigan sucediendo. Hace años no se conocían porque no había internet y la gente tenía más miedo a denunciar este tipo de represión. Esperemos que en corto tiempo, todo cambie para que nadie tenga que ser expulsado por su opinión política”, concluyó el científico.

La semana pasada el doctor Alexander Raúl Pupo Casas perdió la beca que tenía en Las Tunas, donde hacía la especialidad en Neurocirugía, por contrastar en Facebook la pobreza del pueblo y la vida de la clase dirigente del país.