El proceso contra líderes del Movimiento San Isidro desata fuerte repudio internacional (VIDEO)

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Concluye en Cuba juicio de artistas opositores Otero Alcántara y Maykel "Osorbo"

El juicio contra los artistas cubanos Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo Pérez "El Osorbo", figuras prominentes del colectivo de artistas contestatarios Movimiento San Isidro, ha desatado un fuerte repudio internacional.

El juicio celebrado el lunes y martes en el Tribunal Municipal de Marianao quedó concluso para sentencia y ahora los jóvenes del barrio de San Isidro en La Habana Vieja, que han inspirado a numerosos artistas y activistas dentro de la isla, aguardan una sentencia, que la fiscalía del régimen valoró en 7 años de cárcel, para Otero Alcántara y 10 años para El Osorbo, por los presuntos delitos, de atentado desacato y desórdenes públicos.

La organización Human Rights Foundation (HRF), con sede en Nueva York condenó enérgicamente los juicios y dijo que son infundados y "parte de una campaña más amplia del régimen cubano para perseguir a artistas, intelectuales y defensores de los derechos humanos relacionados con las históricas protestas contra la dictadura del 11 de julio que asolaron la isla el año pasado".

“Luis Manuel y Maykel han logrado inspirar a millones de cubanos a plantar cara a un régimen que ha intentado —sin éxito⁠— aplastarles el ánimo durante más de seis décadas. Y ahora la dictadura totalitaria de Cuba quiere hacer un ejemplo de estos dos héroes a favor de la democracia ofreciéndoles el mismo trato cruel que les ha ofrecido a tantos antes que ellos: salir de Cuba o enfrentar años de prisión”, dijo Javier El-Hage, Director Legal de HRF.

“Esto es inhumano e inaceptable. Nadie debería enfrentarse a la violencia del Estado ni a elegir entre el exilio y la prisión por el simple ejercicio de su derecho básico a la libertad de expresión. La expresión artística nunca debe ser un delito, y tampoco debe ser criticar a su propio gobierno”, agregó El-Hage.

“Estos líderes enfrentan una dictadura que, aunque brutal, tiene un miedo terrible de su propio pueblo. La comunidad internacional no puede mirar hacia otro lado ahora. Debemos hacer todo lo posible para apoyar a los millones de cubanos que claman por la libertad y continúan presionando al régimen para que no solo ponga fin a su ola de represión y libere a todos los presos políticos, sino que también ponga fin a más de seis décadas de dictadura y llamar a elecciones libres y justas”, agregó El-Hage.

En una columna para Deutche Welle, la periodista cubana Yoani Sánchez destacó el simbolismo del proceso contra ambos artistas "que representan el fracaso de un sistema".

"Provenientes de un barrio humilde, se suponía que ambos debían abrazar ciegamente al modelo político instaurado en el país hace más de seis décadas porque, según la propaganda oficial, ellos forman parte de los sectores más favorecidos por la Revolución. Pero en lugar de eso, Otero Alcántara y Osorbo han denunciado las mentiras y arbitrariedades de los jerarcas de verde olivo, la pobreza de su barriada de San Isidro y la impunidad policial", afirmó Sánchez.

"Al apresarlos y juzgarlos, el propio sistema cubano está mostrando que de los ciudadanos solo acepta la obediencia total, nunca la crítica ni la disidencia en ninguna de sus formas. Los ha convertido en estandarte de la fragilidad de una ciudadanía a la que le han cortado todos los caminos pacíficos para cambiar el statu quo", sentenció la periodista.

La organización internacional Civil Rights Defenders también condenó el juicio arbitrario contra los activistas y señaló que no tuvieron acceso ni representantes de embajadas europeas, ni ONGs ni medios de comunicación.

Representantes de las embajadas de Alemania, Suecia, República Checa, Holanda, Noruega y Reino Unido intentaron acceder a la sala donde se realizaba la vista oral pero les prohibieron el paso.

La agrupación pidió a la representación diplomática de la Unión Europea en Cuba a exigir que sus representantes pueden ser garantes en procesos judiciales contra defensores de Derechos Humanos en la isla y a condenar públicamente estas acciones que violan el acuerdo de cooperación entre Cuba y la Unión.

Juan Pappier, investigador sénior de Human Rights Watch, aseguró en declaraciones a Efe que el juicio es una gran farsa y Erika Guevara-Rosas, representante de Amnistía Internacional en América Latina, dijo que se trataba de un circo.

El gobierno de los Estados Unidos a través de su embajada en La Habana denunció que "para sorpresa de nadie, el juicio no fue ni libre ni justo. El régimen utilizó cargos inventados. Se les persigue por su arte y sus opiniones".

La Embajada dijo que la seguridad del Estado prohibió a los activistas y periodistas salir de su casa, con represores vestidos de civil y una fuerte presencia policial y que el régimen no permitió la asistencia de diplomáticos y observadores.

"Todas estas acciones demuestran un claro desprecio por parte del régimen cubano de su compromiso con la Declaración Universal de DDHH. Volvemos a pedir su inmediata liberación y la de todos los presos políticos en Cuba", indicó la representación diplomática.