El presidente Donald Trump se despide de la nación

El presidente Donald Trump pronuncia su discurso de despedida a pocas horas de concluir su mandato.

El presidente Donald Trump pronunció el martes en la noche su discurso de despedida, en el cual se refirió a las conquistas y los esfuerzos desarrollados durante su mandato.

“Hace cuatro años, lanzamos un gran esfuerzo nacional para reconstruir nuestro país, renovar su espíritu y restaurar la lealtad de este gobierno a sus ciudadanos; en resumen, nos embarcamos en una misión para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande, para todos los estadounidenses”, subrayó.

Trump dijo que se siente orgulloso y que extiende sus mejores deseos a la próxima administración.

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El discurso de despedida del presidente Trump

Sobre todo, quiero agradecer al pueblo estadounidense. Ser su presidente ha sido un honor indescriptible”, dijo Trump.

Dijo que los ciudadanos de Estados Unidos son “increíbles, decentes, fieles y amantes de la paz, y que todos los estadounidenses estaban horrorizados por el asalto a nuestro Capitolio”.

En ese sentido, dijo que “ahora más que nunca, debemos unirnos en torno a nuestros valores compartidos y superar el rencor partidista y forjar nuestro destino común”.

Acerca de sus logros, dijo que “construimos el mayor movimiento político en la historia de nuestro país. También construimos la mayor economía de la historia del mundo”.

“Se trataba de America First porque todos queríamos que Estados Unidos volviera a ser grande. Restauramos el principio de que una nación existe para servir a sus ciudadanos. Nuestra agenda no se trataba de derecha o izquierda, no se trataba de republicanos o demócratas, sino del bien de una nación, y eso significa toda la nación”, explicó.

Recordó el alivio impositivo y las reformas que impulsó, y la renegociación de acuerdos comerciales con diferentes países del mundo.

“Además, y lo que es más importante, impusimos aranceles históricos y monumentales a China”, afirmó.

“También liberamos nuestros recursos energéticos y nos convertimos en el principal productor mundial de petróleo y gas natural”, dijo Trump.

Con todas esas medidas, dijo que se logró construir “la mayor economía de la historia del mundo” y se logró un desempleo récord para los afroamericanos, hispanoamericanos, asiáticoamericanos, mujeres, casi todo el mundo”.

Acerca del coronavirus, dijo que “producimos no una, sino dos vacunas con una velocidad récord, y pronto vendrán más. Dijeron que no se podía hacer, pero lo hicimos. Lo llaman un milagro médico”.

“Cuando el virus pasó factura brutalmente a la economía mundial, iniciamos la recuperación económica más rápida que jamás haya visto nuestro país. Pasamos casi $4 billones en ayuda económica, salvamos o apoyamos más de 50 millones de empleos y redujimos la tasa de desempleo a la mitad. Estos son números que nuestro país nunca ha visto antes”, dijo el presidente Trump.

Durante años, dijo, “el pueblo estadounidense suplicó a Washington que finalmente asegurara las fronteras de la nación. Me complace decir que respondimos a esa petición y logramos la frontera más segura en la historia de Estados Unidos.

“Restauramos la fuerza estadounidense en casa y el liderazgo estadounidense en el exterior. El mundo nos vuelve a respetar”, dijo Trump.

También se refirió al sistema internacional. “Reclamamos nuestra soberanía defendiendo a Estados Unidos en las Naciones Unidas y retirándonos de los acuerdos globales unilaterales que nunca sirvieron a nuestros intereses”.

Dijo que los países de la OTAN están pagando ahora “cientos de miles de millones de dólares más que cuando llegué hace unos años”.

“Y quizás lo más importante de todo, con casi $3 billones, reconstruimos completamente el ejército estadounidense, todo hecho en los Estados Unidos”, dijo el mandatario.

Trump recalcó que él ha sido el primer presidente en décadas que no inició una guerra. También se refirió a los éxitos en el campo de batalla. “Eliminamos el califato de ISIS y pusimos fin a la miserable vida de su fundador y líder, al Baghdadi. Nos enfrentamos al opresivo régimen iraní y matamos al principal terrorista del mundo, el carnicero iraní Qasem Soleimani”.

Dijo que reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y la soberanía israelí sobre los Altos del Golán fueron decisiones muy efectivas.

“Como resultado de nuestra audaz diplomacia y realismo basado en principios, logramos una serie de acuerdos de paz históricos en el Medio Oriente. Nadie creía que pudiera suceder. Los Acuerdos de Abraham abrieron las puertas a un futuro de paz y armonía, no violencia y derramamiento de sangre. Es el amanecer de un nuevo Medio Oriente, y estamos trayendo a nuestros soldados a casa”, dijo en su discurso.

Acerca del carácter de sus conciudadanos, dijo: lo que siempre ha permitido a Estados Unidos prevalecer y triunfar sobre los grandes desafíos del pasado ha sido una convicción inquebrantable en la nobleza de nuestro país y su propósito único en la historia.

“Nunca debemos perder esta convicción. Nunca debemos abandonar nuestra fe en Estados Unidos”, aseveró el presidente de la nación.