El peligroso e ilegal uso de bombas de racimo en Ucrania

Imagen de la guerra de Rusia en la ciudad de Chernígov, Ucrania, el 16 de marzo de 2022. (Maxar Technologies via AP).

"Las fuerzas rusas dispararon repetidamente cohetes con municiones en racimo contra la ciudad densamente poblada de Mykolaiv, en el sur de Ucrania, durante ataques separados el 7, 11 y 13 de marzo de 2022", denunció la organización pro derechos humanos Human Rights Watch, HRW.

Según los informes, un ataque el 13 de marzo mató a nueve civiles, que aparentemente estaban en la fila de un cajero automático. Los ataques también hirieron a varios otros civiles y dañaron casas, negocios y vehículos civiles.

"Múltiples áreas residenciales en Mykolaiv fueron sacudidas por ataques con bombas de racimo en el lapso de una semana", dijo Belkis Wille, investigadora principal de crisis y conflictos de HRW. "Las fuerzas rusas deberían dejar de usar municiones de racimo y poner fin a estos ataques claramente indiscriminados".

Las municiones en racimo están sujetas a la prohibición de un tratado internacional debido a su efecto indiscriminado generalizado y al peligro duradero para los civiles.

HRW entrevistó por teléfono a seis testigos de los ataques y analizó decenas de fotografías y videos, compartidos por testigos o publicados en las redes sociales. "Muestran los daños de los ataques, cuatro cadáveres y restos de las armas que se utilizaron, incluidos los cohetes de municiones en racimo Uragan y Smerch, así como restos y submuniciones de fragmentación 9N210 sin explotar", indicó la organización.

Las municiones en racimo normalmente explotan en el aire y envían docenas, incluso cientos, de pequeñas bombas sobre un área del tamaño de un campo de fútbol. Las submuniciones de racimo a menudo no explotan en el impacto inicial, dejando restos que actúan como minas terrestres. Su uso en áreas con civiles hace que un ataque sea indiscriminado en violación del derecho internacional humanitario.

Tanto Rusia como Ucrania almacenan cohetes de artillería Smerch y Uragan equipados con ojivas de municiones en racimo. Ninguno de los dos países se encuentra entre las 110 partes del tratado internacional que prohíbe las municiones en racimo, precisó la entidad.

A pesar de la existencia de un objetivo militar legítimo, un ataque es indiscriminado e ilegal si utiliza un método o medio de combate cuyos efectos no pueden limitarse de manera que minimicen las pérdidas incidentales de vidas civiles, las lesiones a civiles y los daños a objetos civiles. Las municiones en racimo no pueden ser tan limitadas, advirtió.

Las autoridades ucranianas también están obligadas en virtud del derecho internacional humanitario, en la medida de lo posible, a tomar "las precauciones necesarias para proteger a la población civil, las personas civiles y los bienes de carácter civil bajo su control contra los peligros resultantes de las operaciones militares". Estas precauciones incluyen proteger a los ciudadanos ubicados cerca de instalaciones militares u otros objetivos potencialmente legítimos, incluso sacándolos del área si es necesario, y mitigando los efectos anticipados de los ataques rusos.

Human Rights Watch ha documentado el uso de municiones en racimo por parte de las fuerzas rusas en varios pueblos y ciudades de Ucrania desde el 24 de febrero, incluso en Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania. Las fuerzas del gobierno ucraniano y los grupos armados respaldados por Rusia usaron municiones en racimo en el este de Ucrania entre julio de 2014 y febrero de 2015, según investigaciones independientes realizadas por Human Rights Watch, la misión de monitoreo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), y otros.

(Comunicado de Human Rights Watch)