El peligro de un béisbol más rápido para complacer a los "millennials"

Fanáticos de los Medias Rojas celebran en Boston.

A comienzos del año 2018 Susan Jacoby publicó un libro titulado en inglés Why Baseball Matters? ( ¿Porque el béisbol importa?) donde analiza el presente y el futuro de este deporte que ya en 1856 se le llamó el “pasatiempo nacional”.

La autora hizo un gran número de entrevistas a personas en los distintos campos que tienen que ver con el béisbol, especialmente el de Grandes Ligas. Aparte de las personas vinculadas al béisbol, entrevistó a varios jóvenes, de los que por su edad llaman milenios, y que tienen otra óptica cuando se trata de un deporte que para su mente habituada al mundo digital instantáneo se les antoja muy lento.

Para los milenios el evento que para los conocedores de béisbol es el la experiencia más excitante del deporte, un no hits no run, resulta tremendamente aburrido.

Las encuestas que se hacen año a año en las últimas décadas nos muestran que el béisbol tiene la base de fanáticos de mayor promedio de edad de ningún deporte.

La edad promedio del aficionado de béisbol subió de 52 años en 2000 a 57 años en 2016. En cambio el promedio de edad para los aficionados al basquetbol de la NBA es 42 años.

Evidentemente de seguir esa tendencia cada día el deporte tendrá menos personas interesadas en el mismo y la tendencia, desde ese punto de vista, es el camino a la eventual extinción.

Por otra parte, el béisbol es un negocio floreciente y protegido por las leyes contra competencia y con una “patente de corso” legal que lo protege de la acusación anti monopolio. Sus ganancias anuales sobrepasan los $10 billones y esa tendencia, al igual que la de la edad de sus simpatizantes, sigue creciendo.

El comisionado de béisbol de Grandes Ligas, Robert Manfred, cuyo trabajo es representar los intereses de los dueños de equipos, está en una cruzada para hacer que el béisbol sea más apetecible a los potenciales aficionados de nuevas generaciones y detener la tendencia decreciente de la afición.

Hay una opinión extendida, aunque para nada probada, que la razón de que a los jóvenes no les sea atractivo el pasatiempo es porque los juegos son muy largos y Manfred ha emprendido una campaña para reducir la duración de los juegos que en mi opinión está mermando la esencia del béisbol.

Por ejemplo, limitar el tiempo que tiene el lanzador para hacer un lanzamiento elimina el factor psicológico de la batalla entre lanzador y bateador que es parte integral del béisbol. Quien diga que eso no importa y que hay que acelerar el juego es porque no entiende realmente el deporte.

Cada persona tiene un deporte favorito, pregúntele a la persona que emite esa opinión y verá que su deporte preferido es uno en que “no sea tan complicado” como el béisbol y que tenga un reloj que determine cuando se termina el partido. Algo simple para su mente.

El ajedrez es un deporte de minorías (hay opiniones de que si es o no un deporte pero el Comité Olímpico Internacional está considerando incluirlo en su programa de juegos) y no hay nada más lento que el ajedrez. Pudiéramos decir “vamos a hacerlo más rápido para que los jóvenes jueguen más ajedrez”. ¿Creen que tendrían más aficionados de ajedrez? No, tendríamos más jugadores de damas o damas chinas.

Con todos los cambios que ha implementado Manfred con miras a acelerar el juego se calcula que se ha acortado unos 8 minutos.

¿Creen Uds. que esos 8 minutos menos han atraído a los parques a algunos de los jóvenes renuentes?

Sin embargo afecta a la audiencia que si sigue el béisbol, que mantiene su estatus económico y que es realmente la única fuente de incremento de la afición joven. Esa audiencia leal está formada por los que realmente conocemos el béisbol y somos los que podemos predicar el evangelio beisbolístico que reclute la nueva generación.

Al que no entienda el béisbol a cabalidad le da lo mismo que el partido dure 2 horas y media o tres horas. Generalmente se está acostumbrado a ver un equipo anotar en los primeros minutos de un partido de básquet y en el béisbol son una minoría de innings en los que se anota.

Unos minutos menos no le cambiará su gusto pero sigan haciendo cambios y el béisbol dejará de ser béisbol y si se extinguirá.