2021, el año en que los balseros cubanos volvieron a lanzarse al mar

Un buen samaritano encontró a un migrante flotando en esta balsa improvisada, el 28 de agosto de 2021. (Foto de la Guardia Costera de EEUU)

El punto más meridional de Estados Unidos, marcado con un cono de hormigón en forma de boya, en la ciudad de Cayo Hueso, es al mismo tiempo, el punto más cercano a Cuba.​

Unos 160 kilómetros lo separan de las playas de Varadero, en la provincia de Matanzas.

En 2021 los cubanos no dejaron de escapar de la isla por mar. En las últimas semanas del año se disparó la alarma por el arribo de caribeños a las costas del sur de EEUU y, por consiguiente, aumentaron las repatriaciones a cargo de la Guardia Costera.

Avisos, consejos de autoridades, advertencias de activistas y de los propios protagonistas no bastaron. La situación del país en medio de una pandemia, el empeoramiento de la crisis económica, la escasez, (material y de libertades) la represión y sentencias a manifestantes del 11J exageradas y ejemplarizantes, entre otros factores, provocaron un aumento de salidas desesperadas por mar.

Desde octubre último hasta la fecha, más de 400 migrantes cubanos han sido detenidos en su intento por llegar a las costas del sur del país, según cifras oficiales.

Balseros interceptados por la Guardia Costera. En el grupo viajaban dos embarazadas.

Solo en los últimos días, la Guardia Costera y elementos de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza detuvieron a un total de 30 personas de origen cubano en tres incidentes separados y registrados entre 35 y 45 millas al sur de Cayo Hueso.

Los detenidos fueron devueltos a Cuba. Otros cubanos llegaron a la costa de Summerland Key a bordo de un pequeño bote de fabricación casera.

La Guardia Costera también informó que había rescatado a tres personas que, según confirmó la Patrulla Fronteriza, eran migrantes cubanos, cuando la embarcación en que viajaban zozobró, unas cuatro millas de la costa de Cayo Maratón.

Del 1ro de octubre de 2020 al 30 de septiembre de 2021, los guardacostas estadounidenses detuvieron en el mar a 838 migrantes cubanos y desde el primero de octubre pasado a la fecha, han detenido a 402 ciudadanos de la isla.

El régimen achaca la situación a incumplimientos de Washington.

En declaraciones emitidas el pasado mes de julio, el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, dijo que la emigración ilegal es propiciada "por el incumplimiento por parte de EE. UU. de las obligaciones con los acuerdos migratorios bilaterales", en especial, la cuota de 20.000 visas anuales para migrantes cubanos.

De igual manera, mencionó el cierre de los trámites consulares en la Embajada en La Habana y el aliento continuo a la migración ilegal.

Tras el fin de la normativa pies secos/pies mojados, implementada bajo la Administración del Bill Clinton en 1995 y eliminada por el presidente Barack Obama en 2017 durante el acercamiento con Cuba, se redujo sustancialmente el número de balseros rumbo a las costas de EE.UU.

En 2020 solo 49 balseros fueron detenidos mientras intentaban vencer la peligrosa franja marítima de 160 kilómetros aproximadamente que separan a las dos orillas.

Pies secos/pies mojados permitía a los cubanos que tocaban suelo estadounidense permanecer de manera legal en el país y obtener la residencia al año y un día de estancia. Los interceptados en alta mar eran deportados.

Pero hoy día tocar tierra estadounidense no significa haber llegado a EEUU. Actualmente, todo ciudadano procedente de Cuba, detenido en el mar o capturado después de haber llegado a tierra, es repatriado.

Sin embargo, debido al deterioro de las condiciones políticas y económicas dentro de la nación isleña, cada vez más cubanos están dispuestos a correr el riesgo de ser atrapados e incluso perder la vida en el mar.

Las autoridades cubanas informaron en días recientes del naufragio de una lancha rápida con matrícula estadounidense cerca de Santa Cruz del Norte, en la provincia de Mayabeque que transportaba a 23 personas. En el suceso murieron dos.

Una posibilidad

El Servicio de Guardacostas ha dejado en claro que todos los detenidos en el mar tienen la oportunidad de solicitar y recibir protección siempre que lo pidan, con mira a un proceso de asilo político.

De acuerdo con abogados de inmigración, 7 de cada 10 cubanos pierden el juicio de asilo.

Como parte de un reportaje publicado por este medio en marzo, un vocero del Séptimo Distrito de los guardacostas con sede en Miami declaró a Radio- Televisión Martí que si algún migrante tiene temor de regresar a su país de origen, "se le brinda la oportunidad de que lo comunique a la Guardia Costera".

Asimismo, puntualizó que los extranjeros que requieren protección contra la persecución o la tortura en su país de origen no son repatriados como parte de una política establecida hace mucho tiempo.

De ahí, que, al argumentar temor a ser deportado, el balsero tiene derecho a una entrevista de miedo creíble con un agente del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USIC).

El funcionario debe determinar si hay mérito o no para conceder miedo creíble. Si lo hay, el migrante es transportado a la Base Naval de Guantánamo a tramitar el proceso de asilo. Por lo menos este año, dos balseros se acogieron a ese beneficio y fueron trasladados a la instalación militar.

Según trascendidos periodísticos, uno de ellos, fue identificado como Ernesto Urgellés, ex miembro de la Policía Nacional Revolucionaria, en Moa, Holguín, y que fue repatriado a Cuba en agosto, un mes después de su detención.

El peligro

En mayo, el Capitán de Corbeta Mario Gil, enlace de la Guardia Costera de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, divulgó un audiovisual sobre los peligros de lanzarse al mar en embarcaciones precarias.

"El gobierno de Estados Unidos les recuerda que lanzarse al mar en estas embarcaciones no adecuadas, es ilegal y sumamente peligroso", dijo el oficial en su mensaje divulgado en las redes sociales.

"Protejan a sus seres queridos, eviten la migración ilegal", agregó.

El Séptimo Distrito de la Guardia Costera mantiene como primera prioridad la seguridad marítima mientras alerta a los cubanos sobre el peligro de travesías en embarcaciones frágiles y mal equipadas.

La institución gubernamental no ha dejado de recordar que la política a aplicar sigue siendo interceptar y detener todo intento de ingreso ilegal al territorio de EE. UU. por una vía frecuentada desde los primeros años de la década de 1960 y que persiste actualmente.