Jóvenes bautistas de EEUU en misión pastoral a Cuba

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Parte de los estudiantes que viajaron a la isla (Foto: Baptist College of Florida).

Como es usual en cualquier viaje a la isla, el programa no pudo cumplirse al pie de la letra y los imprevistos se presentaron desde el comienzo.
Un grupo de 11 estudiantes y profesores de la Universidad Bautista de Graceville, en Florida, que viajó recientemente en visita pastoral a Cuba pudo comprobar que por mucho que se planeen las cosas la isla es un mundo aparte en el que lo común son los imprevistos.

Se presumía que los ocho alumnos y sus acompañantes tomaran un vuelo un jueves de mañana en St. Petersburg, en la zona de Tampa, pero cuando se presentaron en el aeropuerto boleto en mano, nada era como se había previsto.

Según se les informó, debido a un mal entendido entre la agencia de viajes y la aerolínea, el grupo no tenía reservaciones en el vuelo, y tuvieron que irse de la terminal sin tan siquiera saber con exactitud si podrían volar y cuándo.

Finalmente, el agente de reservaciones pudo hallar espacio para la misión bautista en un vuelo pautado para salir de Miami rumbo a La Habana el domingo, según la publicación digital Florida Baptist Witness.

Pero, en virtud de las reglas vigentes para los estadounidenses que van a la isla, el grupo tuvo que esperar por la aprobación de ambos gobiernos, el de EE.UU. y el de Cuba, para que pudieran tomar ese avión en otro aeropuerto. “El viaje seguía estando en el aire”, dijo la publicación.

Felizmente, una vez salvados los obstáculos, todos volaron a La Habana, y luego de cubrir un trayecto de tres horas en autobús desde la capital llegaron a la ciudad de Pedro Betancourt, donde fueron recibidos por la familia del pastor de la localidad y los miembros de su iglesia.

“Durante los próximos tres días, el grupo trabajó. Cada mañana laboró en la casa del pastor removiendo el techo, apilando tejas, desconchando estuco de las paredes, y transportando escombros a un remolque de tractor”, dice Florida Baptist Witness.

Después de almuerzo, el grupo impartió lecciones sobre la Biblia a unos 150 niños, y más tarde ofició servicios religiosos, con música, oraciones, y testimonios de los participantes.

“Desafortunadamente, la lluvia sólo permitió llevar a cabo una de las sesiones (para escolares en vacaciones) de enseñanzas sobre la Biblia”, pero los integrantes de la misión estaban bien conscientes de cómo los planes cambian y de que tenían que ser flexibles, apunta la publicación.