EEUU: el régimen cubano tiene una política o patrón documentado de trata de personas

Médicos cubanos enviados a Italia, en marzo de 2020. (REUTERS/Daniele Mascolo).

El Informe sobre Tráfico de Personas del 2022, que prepara el Departamento de Estado norteamericano, dice que “el Gobierno de Cuba no cumple plenamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata y no está haciendo esfuerzos significativos”, y por lo tanto Cuba permaneció en el Nivel 3.

Señala que durante el periodo del informe había una política o patrón gubernamental para sacar provecho de programas de exportación de mano de obra con fuertes indicios de trabajo forzoso, particularmente su programa de misiones médicas en el extranjero.

El Informe sobre el Tráfico Humano apunta que “el gobierno siguió desplegando trabajadores cubanos a países extranjeros utilizando métodos engañosos y tacticas coercitivas” y no abordó las violaciones laborales y los delitos de trata a pesar de un número creciente de denuncias de ONG creíbles, ex participantes y gobiernos extranjeros de la participación de funcionarios cubanos en los abusos.

El reporte precisa que el gobierno cubano no informó a los participantes de los términos de sus contratos, que variaban de un país a otro; confiscó sus pasaportes, credenciales profesionales y salarios; y amenazó a profesionales médicos y sus familiares si los participantes abandonaban el programa.

“En 2021, y con el apoyo de una ONG internacional, 1.111 presuntas víctimas de trata presentaron una denuncia ante la Corte Penal Internacional y la ONU, alegando que el gobierno cubano es responsable de explotarlos, obligándolos a trabajar en los programas de exportación de mano de obra de Cuba”, indicó el Departamento de Estado.

Asimismo añade que “las querellas indicaron que el 75 por ciento de los participantes informaron que no se ofrecieron como voluntarios para las misiones, un 33 por ciento nunca vio un contrato, un 69 por ciento no sabía su destino final, al 38 por ciento funcionarios cubanos les quitaron el pasaporte una vez que llegaron a su destino, un 76 por ciento tenia un 'cuidador', un 76 por ciento no podía entablar amistad libremente con los lugareños, un 79 por ciento tenía restricciones de movimiento, al 91 por ciento se les dijo que no podían regresar a Cuba si desertaban, y un 40 por ciento fueron separados de los niños menores como castigo por desertar.

El reporte expresa que la ley cubana no prohíbe explícitamente el tráfico laboral tal como se define en el derecho internacional, y el gobierno no reportó contar con procedimientos para identificar a las víctimas de trabajo forzoso.

Según el informe, “las preocupaciones sobre la trata de personas en Cuba se dividen en dos grandes categorías: tráfico sexual y trabajo forzado, y los programas de exportación de mano de obra patrocinados por el gobierno”.

“El tráfico sexual y el turismo sexual, incluidas víctimas menores de edad, ocurren dentro de Cuba. Traficantes explotan a ciudadanos cubanos en el tráfico sexual y el trabajo forzoso en África, Asia, el Caribe, el Mediterráneo, Latinoamérica y Estados Unidos”, dice el reporte.

“A pesar de la falta de esfuerzos significativos, el gobierno tomó algunas medidas para abordar la trata, incluida la investigación, el enjuiciamiento y la condena traficantes e identificando a las víctimas", dice.

El informe presenta varias recomendaciones, entre ellas:

  • Asegurar que los programas de exportación de mano de obra patrocinados por el gobierno cumplan con las normas internacionales del trabajo o acabar con ellas;
  • Investigar y enjuiciar enérgicamente delitos de tráfico sexual y trabajos forzados y condenar a los delincuentes;
  • Implementar políticas y procedimientos formales para identificar a las víctimas de la trata de manera proactiva;
  • Redactar y promulgar una ley integral contra la trata que tipifique como delito todas las formas de trata.

Al presentar este martes el Informe sobre la Trata de Personas, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que el tráfico humano “viola los derechos de todas las personas a ser libres”.

“Estados Unidos está comprometido a combatirlo porque el tráfico desestabiliza las sociedades, socava las economías, daña a los trabajadores, enriquece a quienes los explotan, socava los negocios legítimos y, lo que es más fundamental, porque es profundamente erróneo”, expresó.