La vocera del Departamento de Estado destacó la situación específica de dos periodistas, uno de China y otro de Uzbekistán.
Jen Psaki, vocera del Departamento de Estado norteamericano, informó este martes que se inició una campaña a favor de periodistas en situaciones difíciles en diferentes lugares del mundo con motivo de que próximo sábado 3 de mayo se celebra el Día de la Libertad de Prensa.
La funcionaria estadounidense destacó la situación específica de dos periodistas, uno de China y otro de Uzbekistán.
En el caso de China se trata de Qi Chonghuai, un destacado periodista de investigación, que está en prisión por supuestos cargos de malversación de fondos, extorsión y chantaje.
Chonghuai fue detenido en junio de 2007 después de la publicación en línea de un artículo que escribió sobre la corrupción entre los funcionarios locales del partido comunista en la provincia de Shandong. Después de documentar las palizas y otros abusos dentro de la prisión, el comunicador independiente fue juzgado por segunda vez en 2011, y condenado de nuevo a ocho años adicionales de prisión.
Jen Psaki apuntó: “Creemos que los periodistas chinos y a los extranjeros se les debe permitir operar libremente en China y que la censura a los medios de comunicación y la intimidación de los comunicadores son incompatibles tanto con las aspiraciones de China de construir una moderna economía y una sociedad basada en la información como con sus compromisos en virtud de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Seguimos instando a China a respetar los derechos humanos internacionalmente reconocidos y las libertades fundamentales”.
El caso de Uzbekistán es Muhammad Bekjanov, un periodista que ha estado en prisión desde 1999.
Bekjanov es uno de los periodistas de más larga estadía en prisión en todo el mundo, según el Comité de Protección de Periodistas.
En enero de 2012, las autoridades condenaron Bekjanov a cinco años más de prisión por supuestamente haber violado las reglas de la prisión.
Su salud se ha deteriorado gravemente en los últimos 15 años que pasó en la cárcel, y él está en necesidad urgente de atención médica.
La vocera del Departamento de Estado hizo un Hacemos un llamado para que el Gobierno de Uzbekistán proporcioné el tipo de atención médica adecuada a Bekjanov y para que no reprima más la libertad de prensa en el país.
La funcionaria estadounidense destacó la situación específica de dos periodistas, uno de China y otro de Uzbekistán.
En el caso de China se trata de Qi Chonghuai, un destacado periodista de investigación, que está en prisión por supuestos cargos de malversación de fondos, extorsión y chantaje.
Chonghuai fue detenido en junio de 2007 después de la publicación en línea de un artículo que escribió sobre la corrupción entre los funcionarios locales del partido comunista en la provincia de Shandong. Después de documentar las palizas y otros abusos dentro de la prisión, el comunicador independiente fue juzgado por segunda vez en 2011, y condenado de nuevo a ocho años adicionales de prisión.
Jen Psaki apuntó: “Creemos que los periodistas chinos y a los extranjeros se les debe permitir operar libremente en China y que la censura a los medios de comunicación y la intimidación de los comunicadores son incompatibles tanto con las aspiraciones de China de construir una moderna economía y una sociedad basada en la información como con sus compromisos en virtud de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Seguimos instando a China a respetar los derechos humanos internacionalmente reconocidos y las libertades fundamentales”.
El caso de Uzbekistán es Muhammad Bekjanov, un periodista que ha estado en prisión desde 1999.
Bekjanov es uno de los periodistas de más larga estadía en prisión en todo el mundo, según el Comité de Protección de Periodistas.
En enero de 2012, las autoridades condenaron Bekjanov a cinco años más de prisión por supuestamente haber violado las reglas de la prisión.
Su salud se ha deteriorado gravemente en los últimos 15 años que pasó en la cárcel, y él está en necesidad urgente de atención médica.
La vocera del Departamento de Estado hizo un Hacemos un llamado para que el Gobierno de Uzbekistán proporcioné el tipo de atención médica adecuada a Bekjanov y para que no reprima más la libertad de prensa en el país.